La premonición de Modric: «En la vuelta, los vamos a machacar»

Aquella derrota fue el inicio de la histórica Decimocuarta, y las interioridades de una gesta inolvidable, con imágenes y declaraciones nunca vistas ni escuchadas, son contadas en 'Real Madrid, hasta el final', que hoy estrena Apple TV+. Una docuserie presentada por Beckham, con la colaboración de ilustres madridistas como Raúl y Roberto Carlos, y la participación de Florentino, Ancelotti y una buena parte de los jugadores de la plantilla. Tres capítulos de duración, cada uno de ellos de 60 minutos. 180 en total, lo que es una eliminatoria de Champions. No es casual.

Nada más pitar Daniele Orsato el final en el Parque de los Príncipes, Modric, sentado en el banquillo junto a Carvajal, ambos sustituidos en la segunda mitad, se dirigió al lateral: «En la vuelta, los vamos a machacar». No había ni un solo argumento para ello, pero ahí quedo su (acertada) premonición.

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No fue la única. Días antes de la vuelta, Modric le contó a un vecino que si vencían al PSG, ganaban la Champions. Touché: «No sé cómo se filtró, pero lo dije porque de verdad lo creía así», cuenta Luka. Paco González, uno de los periodistas que participa en la docuserie, es el autor de la filtración. Aquel vecino de Modric es amigo común de ambos.

Alaba fue uno de los grandes protagonistas de la remontada ante el PSG. Su icónica celebración del 3-1, con un silla en sus brazos, se convirtió en uno de los virales del año. La silla se la quedó y la tiene en su casa: «No sé cómo ni por qué, pero vi la silla ahí y…»

'Real Madrid, hasta el final' también muestra contenido inédito de la Liga, la número 35, y de cómo fue construyendo y gestionando Ancelotti una temporada que estará para siempre en la memoria del aficionado blanco. Incluso lo negativo, como el tachón en el clásico (0-4), solo cuatro días después del épico triunfo ante el PSG: «Tranquilos. Vamos a ganar la Champions y la Liga», dijo Ancelotti en el vestuario. El italiano suele hablar tras los partidos, pero aquel día sentía que era necesario mandar un mensaje a su plantilla: «También lo hice para animarme a mí mismo».

La ida de los cuartos, en Stamford Bridge (1-3) fue el «mejor partido técnico y táctico», a ojos de Benzema. Allí, en el campo del Chelsea, Karim inmortalizó su triplete con una foto junto a su hijo Ibrahim, y a Vinicius. Otro brasileño, Rodrygo, fue el protagonista del cardíaco 2-3 de la vuelta. El Chelsea logró ponerse 0-3 y remontar. Hasta que apareció Goes: «Vas a marcar, tranquilo que vas a meter gol», le dijo Marcelo a Rodrygo cuando ambos entraron en el campo en el 78. «¿De verdad creías que iba a marcar?», le preguntó tras el partido Rodrygo a Marcelo: «Yo te lo dije por animarnos (risas)», le contestó el capitán. «Fue el gol más importante de mi vida», recuerda Rodrygo. Lo que no sabía es que el destino le deparaba uno de mayor relevancia tres semanas después.

«Increíble. Si no muero hoy, soy inmortal. Qué ambiente, gracias a todos», confiesa Ancelotti, emocionado y con alguna lágrima en sus ojos, a la cámara que le sigue entrando en su despacho del vestuario. Carletto resopla, se quita el abrigo, mira su móvil y pide con un pequeño gesto con la cabeza que le permitan un minuto de intimidad.

La ida en el Etihad de semifinales fue otra epopeya: «Lo hago ahora o nunca, y lo hago porque es un partido importante y se va a quedar para siempre en la cabeza de la afición», desvela Benzema sobre su penalti a lo Panenka. «Perdimos solo 4-3, pero podíamos haber perdido 10-1», confiesa Kroos.

En la vuelta, minuto 89, 0-1. El Madrid necesita dos goles para la prórroga. 99% de probabilidad de clasificación para el City. 1% para los blancos. «Suficiente», dice la voz en off. «Modric, Benzema, Kroos, Case y yo, cinco veteranos en el banquillo. Camavinga, Ceballos, Rodrygo, Valverde y Vini en el campo. Nosotros apoyando a los chavales. La mejor manera de explicar que el fútbol es maravilloso», cuenta Marcelo.

En la previa de la final con el Liverpool, los jugadores se divirtieron con The Mind, un juego de cartas que fomentar el trabajo en equipo. Ya en el verde, Courtois, héroe en Saint-Denis, recuerda la parada a Mané, en la primera parte, como la más complicada de todas: «Me hizo sentir que para ellos sería muy complicado hacerme gol».

Valverde confiesa que no centró a Vinicius: «Estaba viendo como entraba en el segundo palo, pero me guié por el corazón y tiré a puerta. Terminó en gol y eso es lo que vale». «Marcar en la final fue el momento más bonito de mi carrera. Puse mi nombre en el club más grande del mundo», recuerda Vinicius. «Es una de las mejores Champions de la historia del Madrid. Forma parte de nuestro ADN: Real Madrid hasta el final», sentencia Florentino.