«Hoy nos han robado en el Bernabéu»

Graves quejas y acusaciones que dieron continuidad a la dada por Pubill nada más acabar el partido: «Hicimos un gran partido, poniéndonos por delante, pero alguien ha decidido que no podíamos ganar, que no podía acabar así». Garitano, expulsado por doble amarilla en el 97, tras su enésima protesta, bajó el tono en la sala de prensa, pero seguramente se hizo un agujero en la lengua de tanto mordérsela: «No suelo hablar nunca de los árbitros y para poner una frase que diga yo, que estoy más caliente que… Si ya lo habéis visto todos. No es la primera vez que me pasa esto aquí. No tengo palabras para resumir lo que ha pasado hoy. ¿Qué voy a decir? Mi opinión no sirve para nada y luego nos sancionan a los entrenadores si hablamos».

Noticia Relacionada

Polémica y épica remontada del Real Madrid ante el Almería

Rubén Cañizares

El equipo blanco regaló la primera mitad y se vio obligado a levantar un 0-2 en una segunda parte con tres revisiones de VAR y 13 minutos de añadido. Carvajal logró el 3-2 en el 99

El cabreo del Almería nada tenía que ver con la felicidad blanca, que logró tres puntos que valdrán mucho conforme se vaya acercando el final de Liga. Ancelotti no compartía la reflexión arbitral del equipo andaluz: «Entiendo las quejas del Almería, pero fueron decisiones revisadas por el VAR, yo las he visto y creo que han sido tres decisiones bastante claras», explicó Carletto, que además aseguró estar listo para la que se viene encima a nivel mediático: «Estoy preparado para escuchar que hemos ganado por el árbitro. No tengo problema con esto». El primero en hacerlo fue Masip, la mano derecha de Laporta, que escribió en X su queja: «Y toma y toma y toma. ¿Y ahora 11?».

Carvajal, ajeno a los lloros culés, también coincidió con el análisis de su entrenador: «Ha sido una mano clara, un remate de Vini con el hombro y un manotazo de Jude. Creo que el VAR ha acertado en todas las decisiones».

Quien seguro que no acertó en sus decisiones, al menos en las iniciales, fue Ancelotti. No rotó casi nada a pesar de la paliza de Copa y él mismo se tuvo que corregir al descanso: «Ha sido un partido extraño. Jugamos muy mal en la primera parte, con poca energía. La evaluación que hice fue errónea, jugó un equipo cansado y lo hicimos muy mal. El enfado al descanso fue conmigo mismo. En el minuto 30 ya empecé a pensar en hacer cambios. En el vestuario hablé con los jugadores para decirles la estrategia de la segunda parte. No me enfadé. Con el primero que tenía que enfadarme era conmigo mismo», explicó Ancelotti.

El italiano admitió que en la primera parte no se podía jugar como se jugó y entendió los pitos del Bernabéu, enfadado por lo que estaba viendo: «Lo único que se podía hacer es cambiar la dinámica, meter energía. Con jugadores frescos se ha dado el empujón».

Empujón que está por ver si sale o no en la portería. Carlo apostó ayer por Kepa, en una nueva rotación: «No creo que les esté poniendo nerviosos con mis decisiones. Ellos están tranquilos. Con Diego y Casillas me salió bien en 2014».