Los dos golazos del Almería antes del descanso que desataron los pitos en el Bernabéu

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Ignacio Ruiz-Quintano

El primer revés de la tarde tardó 38 segundos en llegar. Un pase defectuoso de Nacho a Mendy fue interceptado por Arribas. El canterano madridista cedió el esférico para que Robertone abriera a Robertone, quien se adelantó a Carvajal. El belga engañó con su definición a Kepa y, a pesar de que el guardameta blanco tocó el balón con el pie, nada pudo hacer para evitar que el Almería se adelantara a las primeras de cambio.

Los de Ancelotti asumieron el control del partido, aunque no pusieron en excesivos apuros a una zaga rojiblanca bien plantada en el terreno de juego. Varias jugadas desacertadas por parte del Madrid, que desprendía una mezcla entre apatía y falta de intensidad, eran respondidas con murmullos, e incluso algunos pitos, por parte de la parroquia blanca.

A dos minutos del descanso, el Almería volvió a golpear. Nacho, de nuevo en la foto del gol, despejó un balón en pésimas condiciones y dejó la posesión franca para Edgar González. El centrocampista rojiblanco no se lo pensó y, con la izquierda, cuajó una volea espectacular para alojar el esférico en la escuadra de la portería de Kepa y doblar la ventaja de los de Garitano.

El pitido que indicaba el descanso fue acompañada por una sonora pitada por parte de una afición desconcertada por la actuación de su equipo.