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El Arsenal mide la fiebre del Madrid
El equipo inglés, amenaza de los blancos en unos cuartos de final de Champions que medirán el futuro de Ancelotti en la entidad merengue
Entrevista a Mikel Merino: «El Arsenal no es un equipo que esté hecho para ser segundo»
Ancelotti y Camavinga, durante el entrenamiento de ayer en el Emirates
Desde el aeropuerto de Standsted al Emirates Stadium hay un trayecto de una hora de duración que desemboca en el noroeste de Londres, recorrido con menos tráfico de lo que habitualmente sucede cuando aterrizas en Gatwick o Heatrow. No es la única novedad. ... Londres recibe al Madrid, rival esta noche del Arsenal en Champions, con un sol radiante y casi 20 grados de temperatura. Aquí también el cielo es azul, aunque (casi) siempre esté grisáceo. No todas las noticias tras los aranceles de Trump iban a ser malas.
A falta de media milla para llegar al moderno estadio de los 'gunners', Highbury Fields, un coqueto mini High Park que en estos días hace las delicias de los niños con una feria donde no falta ni una sola atracción, da la bienvenida al barrio que acoge al Arsenal. Un lugar obrero y residencial que en su mayor parte tuvo que ser reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial. De ello no se libró ni siquiera la tribuna norte de Highbury, el antiguo estadio de los 'gunners' y cobijo de sus habitantes durante los bombardeos nazis.
Un estadio a la vieja usanza que fue sustituido por tres bloques de viviendas de lujo con un precio de compra de casi un millón de euros. Casas construidas sobre la fachada de Highbury, de ahí que las que se ubican en la zona este mantengan la estructura y el diseño art decó del mítico estadio del Arsenal. Y en el medio de estos bloques, generosas zonas verdes donde antes estaba el césped en el que brillaron leyendas como Ian Wright, Bergkamp o Henry: «Queremos tener esa noche europea en el Emirates que llevamos tantos años esperando», confiesa Arteta en la previa.
El actual estadio del Arsenal se construyó solo a 500 metros de Highbury y ahí se juega hoy el Madrid el cincuenta por ciento de sus opciones de meterse en unas nuevas semifinales continentales. Lo hará tras el trompazo del pasado sábado ante el Valencia, derrota que aleja sus opciones de Liga y deja, otra vez, tocado a Ancelotti: «Puede ser que mucha gente se haya cansado de mí, pero lo que cuenta es que la persona más importante no lo haya hecho».
Llega el Madrid a esta eliminatoria con la baja de Tchouaméni, que cumple ciclo de amarillas, y de Lunin, que ni siquiera viajó a la capital inglesa tras el problema muscular que ya le dejó fuera del equipo en el encuentro ante el Valencia. Además, Mendy y Ceballos tampoco han logrado recuperarse a tiempo y el objetivo de ambos es poder estar para la vuelta del Bernabéu, el miércoles de la próxima semana. Así que la única buena noticia para Ancelotti es el regreso de Courtois, que cayó lesionado durante el parón internacional: «Yo estoy bien. Solo he sufrido un pequeño problema. El sábado decidimos no jugar para estar al cien por cien en Champions», desvela Thibaut.
Un respiro para Carletto la vuelta del portero belga en un momento sensible para el entrenador italiano. La agónica clasificación para la final de Copa ante la Real Sociedad y los cuatro puntos de desventaja frente al Barça tienen a la planta noble del club con la sensación de que el equipo camina al filo del precipicio. Está en disposición de ganar el triplete, pero ahora mismo nadie se llevaría las manos a cabeza si finalmente no levanta ni Copa, ni Liga ni Champions: «Yo creo que vamos a ganar alguno de los títulos, si no me iría de vacaciones», dice Ancelotti.
Otro protagonista blanco que llega al partido tocado es Vinicius. Su año 2025 está muy lejos de esa versión que le dejó a medio centímetro del Balón de Oro. Y no solo por los decisivos penaltis fallados en Champions ante el Atlético y en Liga contra el Valencia. Seis goles y cinco asistencias firma el brasileño en sus 22 encuentros jugados este año, números más cercanos al Vinicius que aterrizó en Madrid y no al que aspira a ser el mejor futbolista del mundo: «Cuando no juega un buen partido, lo hace al siguiente», dice Carletto.
Delante, un Arsenal con Saka y sin Magalhaes, y con un Arteta rendido a la historia del Madrid en esta competición y al legado de Ancelotti: «Carlo es una inspiración. Es el entrenador con la historia más bonita de todas. Hacer lo que hizo, ganar así y, además, en diferentes países. Ahora nosotros tenemos que hacer nuestra propia historia». El Arsenal mide la fiebre del Madrid.