La transformación mental y física de Benzema

Tras una vida de muchos vaivenes, Benzema «sentó» la cabeza hace unos años. La familia y su profesión pasaron a ser la clave de su existencia. El nacimiento de Ibrahim , el 5 de mayo de 2017, fruto de su relación con Cora Gauthier, era un dato que marcaba esta revolución de su vida. El 3 de febrero de 2014 ya fue padre de una niña, Melia, cuando estaba casado con Chloé Launey.

Pero es en esta última etapa cuando ha madurado personal y deportivamente. Decidió ser el mejor jugador del mundo y para ello tenía que dedicarse en cuerpo y alma a cultivar su físico. Es lo que ha hecho desde entonces. Y el resultado lo vemos en el campo.

Hace cinco años puso un gran gimnasio en su casa, donde trabaja por las tardes como complemento a su entrenamiento diario con el Real Madrid. Un gimnasio, de todos modos, lo tienen otros futbolistas . La diferencia del ariete es que investigó las mejores técnicas para rejuvenecer sus músculos y las aplicó a rajatabla en su cuerpo, en su vida.

Karim realiza «kick boxing», bien aconsejado por varios profesionales franceses de esta especialidad, porque esa práctica elimina la grasa de los tendones y moldea un cuerpo más fibrado y seco.

Tiene un osteópata que le trata regularmente. Se aplica todos los días el chaleco de electroestiomulación (método Bolt) para ejercitar todos su músculos y perder la poca grasa abdominal que pueda tener.

Se somete al «cupping» todas las semanas, una terapia tradicional china que consiste en colocar ventosas para ayudar a los músculos doloridos y mejorar la circulación sanguínea. Las ventosas, en forma de copa, se agarran en la espalda y después se crea una bomba de aire interior caliente que genera una succión entre la copa y la piel que tira de ésta hacia arriba y provoca una congestión con marcas que a todos nos darían miedo.

Todas estas actuaciones especiales pretenden mejorar su cuerpo, eliminar grasa, fibrar sus tendones y perder músculo , porque a esta edad se rinde mejor con menos musculatura. Cristiano, quien pierde un kilo de masa muscular cada año desde hace cinco, también lleva a cabo este trabajo específico. Los dos intensificaron estos cuidados extraordinarios en el último lustro.

Toda esta labor suprema en el cuidado del cuerpo tiene una aportación añadida fundamental que es la alimentación. Benzema se ha inmiscuido en una planificación de comidas espartana que es la segunda clave de su envidiable estado físico.

Ejecuta una dieta minimalista, especial, acorde con los estudios de ADN que le realizan los doctores del Real Madrid, que se fundamenta en realizar cinco comidas diarias con unos niveles muy altos de proteínas e hidratos, casi sin grasa. El régimen incluye verduras, hortalizas, pescados, polvos de algarroba, aceite de coco y la ingesta de alimentos marinos como las microalgas, cuyas proteínas vegetales son superiores a las de la carne. El agua que bebe es alcalina.

El resultado de todo este sacrificio al más alto nivel, en un futbolista que ya lo ha ganado todo, es que hoy vemos en el campo al mejor Benzema de la historia, un delantero que pide la pelota en todas las acciones de ataque, que se siente tan fuerte físicamente que se mueve por todas las zonas para recibir pases y que marca más goles que nunca porque confía tanto en su poderío físico que se ve capaz de todo.

Su esfuerzo se ha plasmado en sus números. Las tres temporadas sin Cristiano las ha rubricado con 30, 27 y 30 goles, las mejores cifras de su carrera. Ahora lleva ocho tantos, todos en la Liga, de la que es el máximo artillero. Su sueño sería ganar el Pichichi .

En diciembre cumple 34 años y, como dice Ancelotti Ancelotti, «Karim es como el vino, mejora con el tiempo». El Real Madrid le ha renovado hasta 2023, con una cláusula de mil millones.

El gran reto del francés es ganar el Balón de Oro. Es un firme candidato. Un musulmán que hace rodillo en la bicicleta antes de saltar al campo mientras escucha en sus cascos suras del Corán para concentrarse. A fe que lo consigue.