Agonía para llegar a otra semifinal

El Real Madrid está otra vez a 180 minutos -o 210 si hay prórroga en semifinales- de disputar una final de la Copa de Europa, el torneo que ha edificado los cimientos más glamurosos de la entidad de Concha Espina. Si el número de títulos de los blancos está muy por encima del resto de sus competidores -tras las doce del Madrid van las siete de un Milán-, su número de semifinales es también un abuso con respecto a sus rivales. Suma 29, diez por encima del Bayern, que con su pase anoche acumula 19 presencias en la penúltima ronda del torneo.

Hizo bien Zidane en la previa advirtiendo a su equipo de que el 0-3 de la ida era ya historia, y que la eliminatoria continuaba al cincuenta por ciento. Horas después de su prudente y humilde discurso, la Roma ponía tan colorado al Barcelona que hasta el lazo amarillo se destiñó. Queda ya muy lejos aquella excepcional y negra etapa en la que los blancos ni siquiera pasaban de octavos de final y era el equipo catalán el que levantaba Champions.

Esta década ha vuelto a la antigua rutina continental, esa en la que el Real Madrid domina con puño de hierro en Europa mientras el Barcelona se despeña entre goleada y goleada, arrastrándose por los campos europeos, como sucedió la pasada temporada en París y Turín y hace un par de días en Roma, en uno de los episodios más negros de la centenaria existencia culé. Una comparativa que también deja muy señalado a Messi , ejerciendo una nula influencia en todos estos partidos, en los que ni ha marcado ni ha asistido, a la vez que Cristiano se destapa Champions tras Champions con goles decisivos para el devenir blanco. anoche hizo el 3-1 y maquilló una pésima actuación blanca, que al menos tuvo final feliz.

Esta brillante etapa del Real Madrid tiene a tiro de tres duelos igualar una marca tapada por el polvo y cubierta de telarañas. Hace 42 años que un equipo no gana tres Copas de Europa de manera consecutiva. Lo hizo el poderoso Bayern de Múnich de Beckenbauer, Müller y Maier, campeón en 1974, 75 y 76. En esa misma década, el talentoso y revolucionario Ajax de Johan Cruyff también se hizo con tres títulos de manera seguida: 1971, 72 y 73. Alemanes y holandeses, junto al Real Madrid de Di Stéfano, campeón de las cinco primeras Copas de Europa de la historia (1956, 57, 58, 59 y 60) han sido los únicos hegemónicos en la máxima competición continental. El Madrid de Zidane podría ser el siguiente.

Para eso, el equipo blanco tendrá que superar a su próximo contrincante entre la última semana de abril y la primera de mayo, fechas marcadas para las semifinales de la vigente Champions. Mañana, el Real Madrid sabrá si será el Bayern, el Liverpool o la Roma el último escollo antes de plantarse en Kiev.