El futuro de Isco, a debate

Altas a coste cero para rejuvenecer la plantilla, como es el caso ya confirmado de Odegaard y podría ser el de Ceballos , pero las entradas están ahora mismo en un escalón inferior en el rango de importancia respecto a las salidas. El Real Madrid tiene actualmente 35 jugadores en nómina y no caben todos. Sobran diez fichas y Zidane debe tomar decisiones, aunque algunas de ellas sean dolorosas. Bale y James ocupan la pole en la rampa de ventas, pero quizás no sean las únicas de la primera plantilla.

En el centro del campo, la vuelta de Odegaard y la posible de Ceballos deja a dos futbolistas en una situación bastante incómoda. Modric, que acaba contrato el próximo verano, e Isco, que aún tiene dos años más firmados. El croata tiene carta blanca para elegir su futuro. Zidane y el club cuentan con él y desean que cumplan su último año como merengue, pero si decide llevar a cabo un nuevo desafío nadie le dirá lo contrario. Tras nueve años de brillante rendimiento y a punto de cumplir los 35, se ha ganado el derecho a decidir, un escenario que nada tiene que ver con el de Isco.

El andaluz disfruta en estos momentos de unas exóticas vacaciones en Islandia, junto a su pareja, Sara Sálamo, y Theo, el hijo que tienen en común. La actriz y el madridista serán padres de nuevo a principios de 2021, consolidando aún más un noviazgo que comenzó en noviembre de 2017. Un momento personal divino para Isco que le une aún más a la capital de España , donde reside desde 2013, año de su fichaje por el Real Madrid, y de donde no se quiere mover.

No solo son motivos familiares. Profesionalmente, Isco es feliz en el club blanco a pesar del decepcionante epílogo de la temporada, suplente y sin jugar ni un solo minuto en la vuelta de Champions contra el City. A lo largo del curso sí que formó parte del once de Zidane en partidos marcados en rojo, y cree que su lugar sigue estando en el Real Madrid, pero con Odegaard y Ceballos habría overbooking de centrocampistas y la salida de James Rodríguez no es suficiente.

El Madrid cree que Isco es un jugador con un cartel interesante en Europa con el que podría hacer caja, pero para ello primero debería Zidane dar el visto bueno a su adiós; segundo, habría que convencer al futbolista de que no tendría minutos la próxima temporada, y tercero, la venta debería rondar los 40-50 millones de euros, una cifra que pocos equipos pueden pagar, aunque dos de ellos, Juventus y Manchester City, siguen muy de cerca los pasos del andaluz.

La situación contractual de Isco le liga al Real Madrid hasta el verano de 2022 y, de momento, nadie se ha puesto en contacto con el padre, que también ejerce de agente, para hablar sobre una posible renovación, síntoma evidente de que en el club se debate profundamente qué hacer con el presente y el futuro de Isco. Si se queda un año más sin ampliar contrato, dentro de doce meses tendrá la sartén por el mango para forzar una venta a bajo coste. Por eso el club quiere que Zidane asuma la responsabilidad y haga saber a la entidad si el andaluz entra en sus planes o no. Seguramente, Isco sea de los jugadores vendibles con más valor de la plantilla, y con 28 años está en una edad idónea para seguir rindiendo al máximo nivel unos cuantos cursos más. Si el Madrid no valora su renovación, pero tampoco quiere malvenderlo, lo lógico sería buscarle una salida este verano. La pelota está en el tejado de Zidane.