Las altas exigencias de Conte complican el acuerdo

Conte pide tres temporadas de contrato, hasta 2021. Quiere seguridad. Y el club le ofrece dos años, hasta 2020. Podría añadirse una tercera campaña opcional. Solicita diez millones anuales de euros. Hay diferencias, pero son salvables. Estos no son los principales obstáculo.

El técnico solicita el poder absoluto en la parcela futbolística. Desea decidir altas y bajas, así como los fichajes. Esa potestad, que la tuvo Mourinho, ya no se ha perpetuado en los siguientes preparadores , porque el club piensa que debe ser la dirección deportiva la que seleccione las contrataciones, pues un entrenador puede durar poco tiempo, como ha sucedido ahora.

La filosofía es que un entrenador solicite a la empresa los refuerzos necesarios, pero que no los elija él. Por ejemplo, si Kane estuviera en venta por 280 millones, el entrenador tendría el poder de decir «sí», mientras que si la dirección deportiva manda es ella la que puede decir que es demasiado caro y negar la contratación.

El italiano solicita tres refuerzos en el mercado de invierno. Podrían hacerse realidad, pero lo que choca en la visión de políticas es que el entrenador pediría las adquisiciones que él deseara y el club podría pensar que son demasiado onerosas para su valor futbolístico. Es esa disparidad de reparto de poder la que distancia las posturas en este momento.