Marc Márquez, sobresaliente infinito: 10 victorias en 14 carreras

Más números que asombran: Marc, líder destacado en la clasificación general, le saca 175 puntos a su hermano Álex, segundo. Si el 7 de septiembre sale del circuito de Montmeló (GP de Cataluña) con 185 de diferencia, una semana más tarde (14 de septiembre) tendrá la posibilidad matemática de proclamarse campeón mundial en el GP de San Marino.

¿Quién dijo que es fácil ganar una carrera, o diez, sobre una máquina de dos ruedas que vuela a 300 km/h sobre el asfalto? Sí, Marc Márquez (32 años) lo hace con la segura sencillez de los grandes, pero hay que ser muy bueno para imponerse entre una treintena de duros profesionales y para librar con éxito una batalla como la que mantuvo este domingo con Marco Bezzechi (26).

El italiano se ha convertido en el enemigo más peligroso del español. Le obligó a exprimir sus cualidades hace una semana en Austria, y en suelo magiar volvió a intentarlo.

Bezzechi, segundo en la parrilla tras Marc, tenía la espina austriaca clavada. Y quiso sacársela en cuanto se apagó el semáforo. Aceleró, se colocó a rebufo del líder y en la segunda curva le tocó por detrás. Desequilibrado, Márquez perdió gas y se encontró en tercera posición.

Sin prisa pero sin pausa, el ilerdense se remangó, se acomodó sobre su montura roja y pulsó el botón de caza implacable. Así, en la vuelta 5 adelantó a Franco Morbidelli y, con la misma firmeza, miró hacia adelante.

Allí iba Bezzechi, lanzado y pulverizando el cronómetro a un ritmo brutal. Ni así pudo evitar la progresiva aproximación de Márquez. El ocho veces —ya casi 9— campeón del mundo cocinó a fuego lento, es un decir, el impepinable hachazo. Realizó un par de amagos de prueba, respondidos con coraje por el transalpino, hasta que, definitivamente, en la vuelta 11 decidió llegada la hora. Tiró de potencia mecánica y habilidad humana para colocarse en cabeza.

Aún no habían cruzado el ecuador de la carrera, programada a 26 vueltas, así que Márquez tuvo tiempo y control absolutos para dosificar esfuerzos y firmar la décima victoria del año.

Antes de eso, las mal llamadas categorías menores ofrecieron, una vez más, sendos espectáculos grandiosos. En Moto3, primera cita del programa dominical, Máximo Quiles, un juvenil (17 años) español, cruzó la meta con 18 imperceptibles milésimas de ventaja sobre Valentín Perrone, otro chavalín hispano-argentino de idéntica edad.

El murciano y el barcelonés protagonizaron un duelo frenético que acabó con un leve toque cuando ambos buscaban el triunfo en los centímetros finales de la recta de meta magiar. Quiles es tercero en la clasificación general, lejos (a 86 puntos) del líder, el también español José Antonio Rueda; y Perrone, 9º, a 158 puntos de Rueda.

El desenlace de la segunda carrera de la mañana, Moto2, también resultó apasionante. Y tuvo un protagonista principal, el hispano-colombiano David Alonso (19). Saliendo octavo, su progresión fue espectacular y, por sorpresa, en las vueltas finales se plantó tras un pelotón de cabeza donde todo indicaba que la victoria se la iban a ventilar entre el español Manuel González y el brasileño Diogo Moreira.

Sin embargo, en el giro final, Alonso, imparable, se puso en cabeza. Su adelantamiento fue aprovechado por Moreira para birlarle la segunda plaza a González. Con todo, este lidera la general con 25 puntos de ventaja sobre Arón Canet y 31 más que Moreira. Alonso, pese a ganar, está muy lejos: 14º, a 136 puntos.