Morir por no soltar la maneta del gas

La muerte de Marco Simoncelli es el reflejo del infortunio que nunca podrá evitarse en el motociclismo más seguro de la historia desde que el campeonato se inauguró en 1949. Los pilotos son enseñados desde niños a no soltar nunca la maneta ... de dar gas en caso de caída, con el fin de que la moto no se cale . Esa inercia eterna por mantener la moto "encendida" fue la que provocó que Jorge Lorenzo se dejara una falange del dedo en el asfalto, en el Gran Premio de Japón. Es lo mismo que hizo Simoncelli en Sepang , sostener el gas. Era la segunda vuelta. Iba demasiado fuerte en una curva de derechas. E intentó no salirse dando un bandazo con sus manos hacia la derecha y apretando el acelerador para que la Honda no se detuviera. Pero Marco ya estaba en el suelo cuando dirigió sus manos hacia el lado diestro . Y la máquina voló a toda velocidad por el suelo. Se topó con Edwards y con Rossi, con tan mala suerte que se metió entre ambas monturas y resultó a aplastado. No hubo ninguna deficiencia de seguridad. Los circuitos del Mundial son los más seguros del mundo. Fue un accidente de pilotos. Si aprietan el gas para continuar en carrera cuando la física dice que es imposible , suceden tragedias como las sufridas por Shoya Tomizawa en 2010 y Marco en 2011. El japonés resultó arrollado en San Marino, hace un año, por caerse en el centro del asfalto. Scott Redding y Alex de Angelis no pudieron evitarle. Le atropellaron. La historia se ha repetido trece meses más tarde en Malasia. Habrá un antes y un después tras el fallecimiento del italiano .