Salía Ilia Topuria (15-0) primero a enfrentarse a la báscula, madrugador el monarca del peso pluma, rondando las 9.00 horas (7.00 en España), con un semblante serio pero con energía y confianza. Se subía Topuria al medidor, ubicado en el Hotel Hilton de la isla de Yas, mientras su séquito (entrenadores, amigos y famosos, includio Omar Montes) respaldaban al campeón de la UFC. No hubo problemas, pese a la dureza de encarar todos los compromisos con los medios y aficionados durante toda la semana de la pelea. Primera batalla ganada.
Inmediatamente después, aparecía Max Holloway, visiblemente afectado por la dureza del recorte de peso, en el que llegan a perder más de 15 kilos desde que comienzan su campamento de entrenamiento. Tampoco hubo ningún percance. El aspirante hawaiano dio las 145 libras pactadas y se confirmaba de esta manera que habrá enfrentamiento por el título del peso pluma de la UFC.
El que no tuvo suerte, aunque era previsible, fue Diego Lopes, que llegaba a Abu Dhabi como peleador de reemplazo en caso de que Topuria o Holloway tuvieran cualquier percance. En ese caso, habría tenido la oportunidad de pelear por el cinturón en el combate estelar, pero no fue así, y el brasileño afincado en México se llevará su pago sin pisar el octágono del UFC 308.
Topuria llega a la pelea para ejecutar su primera defensa del título ante un excampeón, y una victoria le asegurará consolidarse como un campeón sólido dentro del ecosistema de la UFC. De lograrlo, habría vencido en el mismo año a Volkanovski y Holloway, algo que nadie ha podido hacer hasta el momento.
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