Un Mahomes brillante oposita a heredero de Tom Brady y mete a los Chiefs en otra Super Bowl

Las eliminatorias certificaron el buen momento de los dos mejores equipos de la temporada regular, que se aferraron a la ventaja de actuar como locales para hacerse con los títulos de la Conferencia Americana y la Conferencia Nacional.

Los Chiefs se tomaron vengaron su derrota del año pasado ante los Bengals, cuando les arrebataron el billete a la Super Bowl, y con su triunfo 23-20 demostraron que posiblemente sean la mejor franquicia de la actualidad, con tres clasificaciones para el partido decisivo en los últimos cuatro años. En 2019 fueron campeones y en 2020, eso sí, se tuvieron que conformar con el subcampeonato.

La estrella de los Chiefs, Patrick Mahomes, le ganó la partida a Joe Burrow en un encuentro de nuevo emocionante como en 2022 cuando los locales cayeron en la prórroga. La defensa del equipo de Kansas City neutralizó en esta ocasión a Burrow, al que incomodó en todo momento, sobre todo en la primera parte, dominada por un Mahomes que todavía no estaba al cien por cien por el problema en el tobillo que sufrió la semana anterior ante los Jaguars en la Ronda Divisional.

Los Bengals también tiraron de defensa para aguantar, pero no pudieron parar en el tramo final del segundo cuarto la conexión Mahomes-Travis Kelce para verse con un peligroso 13-3, que quedó en un más esperanzador 13-6 al descanso. Tras este, Cincinnati mejoró y empató con el 'touchdown' de Tee Higgins, aunque los locales replicaron con otro de Marquez Valdes-Scanting para llegar los 15 minutos finales por delante.

Los visitantes no se rindieron y volvieron a llevar la tensión a la abarrotada grada del Estadio Arrowhead con otra igualada gracias a Samaje Perine. Quedaba casi todo el periodo y las defensas se impusieron hasta que Burrow sufrió un 'sack' letal de Chris Jones.

En un final dramático los Chiefs lograron ganar terreno y un gol de campo de 45 yardas de Harrison Butke a falta de tres segundos les dio el billete para pelear por su tercer trofeo Vince Lombardi. Un lanzamiento en el que tuvo mucho que decir Mahomes, al forzar una penalización de 15 yardas por un empujón de Joseph Ossai.

A la espera de lo que suceda en la Super Bowl, Mahomes se erige como gran heredero del legendario Tom Brady. Ellos dos son los únicos 'quarterbacks' titulares que consiguen llegar a tres Super Bowls en sus seis primeras campañas en la NFL.

Los Chiefs protagonizarán una Super Bowl inédita con el mejor equipo de la Conferencia Nacional, unos Philadelphia Eagles que tuvieron una noche más plácida y que acabaron con la gran racha de los San Francisco 49ers.

Los de Kyle Shanahan llegaban al partido con 12 victorias consecutivas, pero entre la defensa de los locales, encabezada por Haason Reddick, y el infortunio, apenas tuvieron opciones. El joven 'QB' Brock Purdy se lesionó y su reemplazo, Josh Johnson, corrió la misma suerte y tuvo que abandonar el partido por el protocolo de conmociones. El conjunto californiano ya había perdido durante la temporada en esa posición a Trey Lance y a Jimmy Garoppolo.

Aún así, los 49ers, que también parecieron tener 'tocado' a otro jugador clave como el 'defensive end' Nick Bosa, aguantaron como pudieron gracias al trabajo defensivo y el de Christian McCaffrey, pero un mal final de segundo cuarto, donde encajaron dos 'touchdown' (Miles Sanders y Boston Scott) les dejaron ya 21-7.

Purdy, con problemas en el codo, regresó para intentar ayudar en la ofensiva, aunque claramente mermado, pero los visitantes no pudieron anotar más ni poner emoción a un final con algo de tensión y con las expulsiones de Trent Williams (49ers) y K'Von Wallace (Eagles).

Los Eagles vuelven a la gran final de la NFL cinco años después de ganarla por primera vez ante los New England Patriots. Un partido que tendrá también su componente anecdótico en el campo de juego ya que, por primera vez en la historia, enfrentará a dos jugadores hermanos, los Kelce, Travis, estelar 'tight end' de Kansas City, y Jason, 'center' de los Eagles. uhna situación que solo se había dado una vez antes, en 2013, cuando fueron protagonistas otros dos hermanos, John y Jim Harbough, entrenadores principales de Baltimore Ravens y San Francisco 49ers.