Para muchos atletas es un orgullo representar el país que les vio nacer y crecer en unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, ese camino hacia la máxima cita del deporte puede resultar una odisea para algunos deportistas, ya sea por la imposibilidad de conseguir ... la marca olímpica o porque la Federación del deporte en cuestión no te tiene en cuenta.
Esto último fue lo que le ocurrió a la taekwondista Viviana Marton. Nació en Canarias, vivió allí hasta los 12 años. A esas edad viajó a San Sebastián de los Reyes (Madrid), ciudad en la que entrena actualmente y está afincada. Sin embargo, sus intentos de vestir el uniforme español en unos Juegos no se materializaban en una llamada del máximo organismo del taekwondo español. Ante su impasibilidad, Marton tiró de sus raíces y buscó en la delegación húngara la oportunidad que no se le ofrecía en el país ibérico.
En París 2024 ha cumplido ese sueño olímpico. Y no solo se quedó en una mera participación, sino que ha sido capaz de proclamarse campeona olímpica en la categoría de -67 kilogramos con tan solo 18 años. La húngara, pocos minutos después de haber alcanzado la gloria, se acordó del archipiélago en el que creció y sacó una bandera de Canarias justo después de recorrer el tatami con la húngara.
Esta hazaña lograda por Marton con su mayoría de edad recién cumplida pone en evidencia la decisión de la federación de taekwondo española, que ha hecho caso omiso a todos los logros de esta joven que ya es campeona olímpica. La húngara entrena en el Club Hankuk en la ciudad madrileña, que comparte con Adriana Cerezo. Bajo la atenta guía de sus entrenadores, Suvi Mikkonen y Jesús Ramal, ha conseguido su sueño desde que inició su aventura por los tatamis españoles. Esta medalla también se celebró en España.
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