Honduras no puede contra diez

Milla y sus jugadores espiaron a Marruecos y a Honduras durante sesenta minutos de partido. Luego, el seleccionador español dio la orden de bajar al vestuario. En una hora y media jugaba España . Y tenía claro lo que iba a hacer: ... trabajar psicológicamente con sus hombres para inyectar el mensaje de afrontar cada partido como una final. Hay que digerir bien el hambre de oro que rueda por los estómagos de los futbolistas de nuestra representación. Hay que respetar a Japón , a Marruecos y a Honduras si se desea conseguir una medalla. El favoritismo solo es un cartel gratuito. El duelo entre Honduras y Marruecos fue una demostración de que las candidaturas son solo una quimera. Los africanos impusieron su poderío físico y sus toques de calidad durante medio partido. Sus zancadas acogotaron a los rivales a lo largo de cuarenta y cinco minutos. Para ellos no hay pretemporadas. Eso son cosas de los burgueses europeos. Aunque los marroquís jueguen mayoritariamente en Francia, lo cierto es que sus cuerpos no entienden de cambios entre verano e invierno. Han trabajado siempre. Barrada, en un bonito disparo, seco y colocado, rompió el cerrojo inicial de los blanquiazules. Pero Honduras dejó claro que no hay que confiarse. También los centroamericanos son correosos, duros, no entienden tampoco de pretemporadas ni veraneos. En el descanso, la reacción se fraguó con gritos que se escuchaban desde la grada. Y los centroamericanos reaccionaron perfectamente. Dos goles de Bengston. el segundo de penalti, dieron la vuelta a la situación. Los americanos mejoraron físicamente y aprovecharon el momento. Sin embargo, la clase de los marroquís es innata. Labyad firmó la igualada en un remate casi imposible.