atletismo / MUNDIALES DE TOKIO
Jordan Díaz, esa figura de humo
El campeón olímpico, tras un año en blanco, afronta en Tokio la calificación del triple salto
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Iniciar sesión«El amor, esa galería de figuras de humo», escribió Julio Cortázar. El atletismo español cuenta desde hace cuatro años con su propia figura de humo, invisible, inescrutable, una incógnita en evolución permanente. Jordan Díaz es un atleta difícil de interpretar. Nunca ... se sabe cómo está ni si va a competir bien. Ni siquiera su técnico, el legendario saltador Iván Pedroso, acierta a adivinar su verdadero estado físico. Nacido en La Habana hace 24 años y afincado en Guadalajara desde 2021, el campeón olímpico de triple salto vive envuelto en la espesa niebla del olvido, imposible saber cuál es su estado de forma ni su próxima competición ni sus últimos entrenamientos. Vive en un mundo de largas lesiones, de humo, de despreocupación, de mucho gimnasio y poca pista, de relajamiento ante la vida. Se acuesta a las tres de la mañana. Calma caribeña. Estrés cero.
Ha pasado ya más de un año desde que Jordan se colgara el oro olímpico en París. En este período, exactamente 13 meses, el habanero sólo ha efectuado un salto, de 17,16 metros, que le valió para proclamarse campeón de España en agosto. Ni siquiera se pone las zapatillas de clavos, no se prueba en la pista. La culpa la tiene su rodilla derecha, una lesión en el tendón rotuliano (el que inserta el músculo cuádriceps en la tibia) que no termina de curarse por completo. Las cosas raras de los campeones.
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El pasado mes de junio Jordan tenía una cita importante en el Estadio Vallehermoso. España disputaba la Copa de Europa y un salto, apenas un salto de Díaz, habría mejorado mucho la puntuación de la selección naranja. Durante días se especuló con su presencia. Niebla sobre niebla, humo sobre humo. Nadie sabía nada. Todo eran rumores. «Voy a ver si puedo saltar», dijo Jordan unos días antes. Al final no lo hizo. «No está recuperado», anunciaban desde Guadalajara.
En Tarragona, en agosto, sí saltó Jordan. Al menos superó los 17 metros. Pero una vez más se hacía difícil saber cuál sería su estado real. «Lo veremos en Tokio», decían en su entorno, «allí lo hará bien».
El hispanocubano ya se encuentra en la capital japonesa y está a punto de debutar en la calificación. Le piden 17,10 para acceder de forma directa a la final. La prueba comienza el miércoles a mediodía (12.05) y Jordan saltará en el grupo A, en el que participa el chino Wu, que ha registrado unos respetables 17,68 este año. En el grupo B actuarán otros dos medio cubanos, el italiano Andy Díaz (17,80 este año) y el portugués Pichardo (17,47). Cuba domina el triple salto pero regala las medallas a los países que han acogido a sus desertores. Un buen día de 2021, Jordan se escapó de la concentración de Cuba en Castellón y se escondió en Zaragoza. Ahí arranca su historia, entre la niebla y el humo.
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