El indio que pasó de ganar un bolígrafo a recibir 1,3 millones como campeón del mundo

El joven indio derrotó al chino Liren Ding (que se lleva 1.100.000 euros) en la última partida del campeonato del mundo organizado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en Singapur.

Gukesh venció con piezas negras después de que Ding se marchitara bajo la presión y cometiera un error garrafal cuando tenía ventaja y una posición cómoda para haber ganado. El resultado final del torneo fue 7,5-6,5.

Dommaraju batió la marca de precocidad de una leyenda de este deporte, el ruso Garry Kasparov, que ganó su primer campeonato mundial a los 22 años. También es el segundo indio en ostentar el título tras otro mito, el pentacampeón Viswanathan Anand, inspiración e ídolo para el propio Gukesh.

El nuevo rey del tablero vivió con especial pasión otro Mundial, el disputado en su ciudad en 2013 por Anand y el noruego Magnus Carlsen. Así lo recuerda su padre, el otorrino Dr. Rajnikanth: «Se organizaron muchos eventos paralelos, y en ellos hubo ocasión de conocer historias de la vida de Anand. Gukesh quedó fascinado con estas anécdotas, y se dio cuenta de que Anand había superado una serie de barreras en su camino hacia la gloria. Desde entonces venera a Anand. Tanto es así que cuando Carlsen ganó aquel Mundial, mi hijo le guardó rencor al noruego. A medida que pasaba el tiempo y Gukesh mejoraba, se le pasó y empezó a admirar también a Carlsen».

El propio Anand envió ayer un mensaje de enhorabuena a su paisano: «¡Felicitaciones! Es un momento de orgullo para el ajedrez, un momento de orgullo para India… y para mí, un momento de orgullo muy personal».

Magnánimo en la victoria, Gukesh compareció ante la prensa después de haber llorado de emoción y alegría sobre el tablero. Y se deshizo en elogios hacia su rival: «Cuando me di cuenta de su error, probablemente fue el mejor momento de mi vida. Pero Ding ha sido uno de los mejores jugadores de la historia durante varios años, y verlo luchar y soportar tanta presión y pelear de ese modo en este Mundial muestra que es un verdadero campeón. No importa lo que digan, para mí es un verdadero campeón del mundo».

Ding había confesado antes del inicio del torneo haber tenido «problemas mentales, principalmente durante el último período del año». Y desveló que por consejo médico se tomó un descanso del ajedrez y se dedicó a viajar por China para relajarse.

«Obviamente, los últimos dos años no ha estado en su mejor forma —reconoció Gukesh—, pero vino aquí y luchó en todas las partidas. Lo siento mucho por Ding y su equipo. Dieron un gran espectáculo. Realmente me gustaría agradecer a mi oponente porque esto no podría haber sido lo mismo sin él».

El indio había ganado el Torneo de Candidatos celebrado en Toronto (Canadá), en abril de este año, lo que le valió el derecho a desafiar a Ding en Singapur. Antes, en 2022, Gukesh venció al número uno estadounidense Fabiano Caruana en la Olimpiada de Ajedrez. Y ese mismo año derrotó a su otrora detestado Magnus Carlsen, cinco veces campeón mundial.

El Mundial finalizado ayer comenzó el 25 de noviembre. Y Ding, gran maestro chino, ganó el juego inaugural. Gukesh igualó el marcador con una victoria en el tercer juego, al que siguieron siete empates consecutivos, que sólo se rompieron cuando Dommaraju venció a su oponente en la partida 11. Pero Ding ganó contundentemente con las blancas en la 12ª y rescató un empate con las negras en la 13ª, llevando así la batalla hasta la recta final.

Hijo de madre microbióloga y del ya mencionado padre médico, Gukesh comenzó a jugar al ajedrez cuando tenía siete años y se convirtió en el gran maestro más joven de la India con 12 años, siete meses y 17 días.

Aunque pasa gran parte de su tiempo practicando el juego, saca tiempo para ver su serie favorita, la mundialmente conocida 'Friends'. Y cuando compite luce en la frente una tilaka, marca religiosa hinduista de color relacionada con la espiritualidad y la sabiduría.

«Estoy viviendo mi sueño y me gustaría dar gracias a Dios. ¡Hubo tantos milagros en este viaje! Pero probablemente debería preparar mi discurso primero para no decir algo estúpido por la emoción que siento», resumió el más joven campéon del mundo de ajedrez.