Hecher Sosa, el guerrero guanche que espera la llamada de UFC: «Empecé a entrenar tras una pelea en un partido de fútbol»

A sus 28 años, el Guerrero Guanche -así le apodan- ha ido tachando de su planificación con un 'tick' verde todos los pasos necesarios para llegar al Olimpo de las artes marciales mixtas. Después de una carrera muy exitosa a nivel amateur, donde conquistó tres campeonatos de España y bronces europeo y mundial, Hecher Sosa comenzó una carrera profesional en nuestro país que le llevó a firmar por la mayor promotora sueca. Allí ha tenido una trayectoria espectacular, tanto que conquistó recientemente el cinturón de Fight Club Rush (FCR) y ya espera con ilusión el momento de convertirse en peleador de UFC. Seguro que el móvil del canario no se quedará sin batería en los próximos tiempos.

Noticia Relacionada

El Doctor Aldo, entrenador físico de Ilia Topuria: «Jamás se había hecho una preparación tan profesional en este deporte»

Álvaro G. Colmenero

«Me dijo mi mánager que me olvidase de coger ninguna otra pelea. Que voy a pelear en el evento que haga UFC en España si es este año o en un corto de aviso si se cae algún peleador de mi peso en algún combate que tengan programado fuera de Estados Unidos. Es verdad que UFC España no tiene fecha y que quiero mantenerme activo. Pero la realidad es que UFC tiene interés en mí y no quieren perderme como producto español. En mi humilde opinión, soy el atleta de nuestro país con más posibilidades de entrar ahora mismo», señala Hecher Sosa, en una entrevista exclusiva en ABC.

Por aplicar un poco de contexto al escenario, la UFC es a las MMA lo que la Champions League sería al fútbol europeo, lo más grande. Y para un muchacho salido de una pequeña isla como Lanzarote, con unos orígenes humildes, el haber llegado a esta posición es ya todo un logro.

«Ha sido increíble el reconocimiento que he tenido en mi isla. La gente me para pedirme fotos, es algo extraño, todavía estoy asimilándolo», dice entre risas. «Ahora estoy cosechando todo lo sembrado, en forma de sudor, sangre y lágrimas», sentencia. Lo sembrado es un récord de 8 victorias y solo una derrota en el ámbito profesional, la última, el pasado 24 de febrero, muy determinante para su futuro.

«Me preparé mucho para esta pelea, pensé que iba a ser muy fuerte mi rival, pero en el primer asalto cuando me metió un poco de presión lo noté débil y ya salió todo rodado», cuenta acerca de su victoria por el título de FCR. Mérito, sin duda alguna del peleador, pero también de su esquina.

«Yo tengo un equipo con el que me siento muy cómodo. Con Mario Alonso (su entrenador principal desde hace un par de años) he mejorado en todos los aspectos, me siento muy afortunado de trabajar con él, ya no solo a nivel deportivo me ha hecho crecer, también a nivel personal. Se preocupa por mis finanzas, me recomienda lecturas, me lleva a la sierra de Madrid a correr a las 6 de la mañana… Es un ejemplo a seguir y tenemos una conexión enorme, hacemos un tándem increíble. A nivel emocional me ha hecho crecer mucho dentro de la jaula, siendo más tranquilo y controlado», apunta el Guerrero Guanche.

También entró en su último pleto Enrique Marín 'Wasabi', pionero de los españoles en UFC, a su equipo. «Enrique es la enciclopedia de las MMA, siempre tiene un detallito más, tengo muy buen feeling con él, he entrenado con él muchas veces. Hemos tenido muy buena relación y ahora ha sido el momento perfecto para que entre a formar parte de la esquina», relata Hecher, quien es muestra de que la vida da muchas vueltas y que, a veces, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.

Y es que el atleta canario iba futbolista, quién sabe si hubiera sido el David Silva que tanto admiraba. Pero un feo incidente le cambiaría la vida personal y laboral para siempre. «Se me daba muy bien el fútbol, pero era muy guerrillero, por decirlo así, tenía un poquito de carácter. Jugaba de mediapunta, estuve a prueba en la Unión Deportiva Las Palmas, pero finalmente no salió. También fui al Watford, pero tampoco salió la cosa bien del todo y me quedé trabajando allí de camarero. A mi regreso, volví a jugar en el equipo de mi isla y durante un partido contra otro de La Palma, tuvimos una trifulca en la que escupieron a mi primo. Y ya se lio», rememora Hecher.

El resultado, aunque sin entrar en demasiados detalles, fue que ganó su primera pelea, aunque esta no ha contabilizado en el récord ni amateur ni profesional. También tuvo otra consecuencia no tan positiva (o sí, quién sabe) y es que fue expulsado durante cuatro partidos, algo que le frustró enormemente al conejero. Pero, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana, que se suele decir.

«Decidí no ir a entrenar al fútbol y un primo mío había empezado a entrenar jiujitsu brasileño -una disciplina de combate de agarre en el suelo- y luego hicimos un poco de boxeo. ¡Le di una paliza! Y eso que nunca había entrenado. Se me dio bien desde el primer día. Debuté en boxeo y gané por KO. Luego debuté en MMA y a partir de ahí despegó la cosa. En muy poco tiempo era campeón de España y hasta aquí hemos llegado», cuenta con gracia el canario, que encauzó el rumbo de su vida cuando su embarcación navegaba sin un puerto a la vista.

¿Podemos decir que las artes marciales mixtas salvan vidas?, le preguntamos. «Soy prueba y testimonio fiable de ello. Estaba muy perdido, no controlaba mi ira, salía mucho de fiesta, no comía bien… Este deporte me ha enfocado y me ha dado un medio de vida. Es un círculo muy sano. En el fútbol jugábamos y luego nos íbamos de fiesta, eso en las MMA no se ve», concluye el peleador conejero.

Hecher Sosa recoge su cinturón, lo deja con mimo en su maletín a medida y reflexiona con una sonrisa tras la entrevista. Quién le iba a decir a él hace algo más de un lustro que se encontraría en una posición de tanto privilegio a nivel deportivo, y asentado con una hija a la que dar de comer a base de golpes (y mucho esfuerzo). La batalla continúa para él. Y será en UFC.