El veto de Lens a la afición del Sevilla genera dudas legales y mucha polémica

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Situación deportiva delicada que, de momento, ha quedado en un segundo plano ante esta restrictiva medida del Gobierno de Francia: «Estará completamente prohibido conducir y estacionar en la vía pública de Lens del 12 de diciembre de 2023 a las 10:00 horas al 13 de diciembre de 2023 a las 3:00 de la madrugada. Además, estará prohibida a toda persona que se comporte como seguidor del Sevilla acceder al estadio Bollaert-Delelis de Lens o a sus aledaños», detalla el decreto, que en caso de incumplimiento tiene previstas en la Ley del Deporte de Francia unas sanciones de hasta seis meses de cárcel y 30.000 euros de multa.

«En Francia están aplicando al fútbol unas normas pensadas en clave de grave altercado de la seguridad pública. Eso les hace ir muy lejos porque les mete en una dinámica de prohibición preventiva que lo que realmente delata es que tienen un problema de control de eventos deportivos. Si cuando alguien te molesta, le prohíbes venir, el mensaje es muy negativo. Estas medidas son contrarias, o no parecen compatibles con el libre derecho de circulación en la Unión Europea. A la prevención del delito no se le puede unir la prohibición», explica a ABC el magistrado Alberto Palomar.

Francia lleva tiempo viviendo una oleada de incidentes ultras alrededor del fútbol que no tiene fin ni, además, parece tener solución por parte de la autoridades del país, desbordadas ante la violencia de los radicales y la inoperancia de sus responsables policiales, como ya quedó demostrado en la final de la Champions entre Madrid y Liverpool, disputada en mayo del año pasado en Saint-Denis. Allí no ocurrió una desgracia de milagro, ante la desidia de las fuerzas de seguridad locales y el caos organizativo en una de las zonas más marginales de la capital francesa. Desgracia que sí pasó hace diez días en la previa de un Nantes-Niza, de la Ligue 1, que acabó con la muerte de un hincha local en una batalla entre aficionados ultras de ambos equipos.

Aquel trágico suceso ha provocado que Francia prohíba en su liga doméstica la entrada de afición visitante en los partidos de alto riesgo, pero han ido un paso más allá y entiende que los antecedentes del Sevilla en esta fase de grupos de la Champions les obliga a aplicar esta misma medida con los hinchas hispalenses: «La decisión se debe a un riesgo real y grave de enfrentamiento entre seguidores de ambos clubes, así como al actual despliegue de fuerzas policiales para combatir la amenaza terrorista», concreta el decreto prefectoral, acusando a los aficionados del Sevilla de ser responsables de peleas con seguidores del propio Lens, en el partido de ida jugado en el Pizjuán el pasado 20 de septiembre, y con fans del Arsenal, el 24 de octubre, en la tercera jornada de la fase de grupos: «Esto es criminalizar a todos los aficionados del Sevilla, y eso no es lo correcto», asegura Palomar.

Esta medida contrasta con la ausencia de la misma para el partido de Europa League del próximo jueves entre el Stade de Rennes y el Villarreal, y para el Lille-Klaksvík de la Conference League, en las que los aficionados castellonenses y feroeses no tienen vetada su presencia en los estadios ni su acceso a las ciudades: «¿Cómo vamos a organizar los Juegos Olímpicos si no podemos acoger a 300 hinchas del Sevilla en nuestro suelo? La noticia ha llegado tarde, el sorteo de la fase de grupos fue en agosto», dijo ayer Franck Haise, entrenador del Lens, en la comparecencia previa al partido.

Reflexión sensata y crítica, que se unía a la anunciada horas antes por los Red Tigers, uno de los grupos de aficionados más populares del Lens: «Fieles a nuestros valores de hospitalidad que heredamos de esta cuenca minera y fieles también a nuestros principios ultra que nos llevan a promover un fútbol popular y solidario, haremos todo lo posible por acoger a los hinchas del Sevilla, incluso cediendo nuestros propios asientos. Estos aficionados, que han reservado y pagado el medio de transporte, las noches de hotel y los asientos en el estadio, no tienen por qué sufrir la incompetencia del Gobierno de nuestro país».

Está por ver qué sucederá hoy con los aficionados del Sevilla que no hayan aceptado esta polémica medida y decidan seguir adelante con sus planes. De hecho, desde el domingo ya había sevillistas en Lens. Como hacen otros muchos seguidores, planificaron su viaje con tiempo y con la idea de aprovechar un partido de Champions para disfrutar, además, de unos días de turismo: «Tenemos todo sacado desde hace dos meses: vuelo, alojamiento, coche de alquiler… Algunos llevamos en Francia desde el domingo, nos sorprendieron las palabras del ministro estando ya aquí. El ambiente es de incertidumbre, no sabemos qué instrucciones pueden tener las autoridades locales y si tendremos problemas vistiendo nuestros colores. Es una sensación triste y desagradable», explica un grupo de treinta aficionados que ahora mismo están en un limbo.

Limbo del que quiere sacarlos el Sevilla, que ayer presentó un recurso urgente junto a la 'Association Nationale des Supporters' de Francia contra la resolución administrativa tomada por el Gobierno galo. Al cierre de esta edición no había aún respuesta oficial: «El Sevilla FC es consciente de la dificultad de cambiar los criterios de la administración francesa, pero pondrá todo su empeño jurídico y diplomático para intentar que nuestros aficionados puedan estar en el partido ante el Lens», rezaba el comunicado del recurso. Francia tiene un serio problema. Y no son los aficionados del Sevilla, precisamente.