El clásico de la Razón y el Misterio
«El Barça llega algo más sólido, jugando a algo más estudiado y previsible. Hay trabajo, método, y el talento y la juventud para aplicarlos. Hay una alegría, una esperanza que hacía años que no se sentía»
Los socios del Barça votan autoliquidarse
Madrid y Barça llegan al clásico habiendo ofrecido su mejor versión contra los alemanes. El Madrid con otra de sus pletóricas remontadas y el Barça apuñalando al rival al estilo Flick, el primero reconocible desde la era de Pep-Cruyff.
El Barça llega ... algo más sólido, jugando a algo más estudiado y previsible. Hay trabajo, método, y el talento y la juventud para aplicarlos. Hay una alegría, una esperanza que hacía años que no se sentía. El Madrid es el Madrid y para comparecer le basta media hora como quedó claro el martes en el Bernabéu.
Si el Barça gana cerrará su semana de confirmación y se asomará otra vez al mundo de los grandes. Si es derrotado no será un desastre, pero recordaremos cuál continúa siendo la medida de todas las cosas. Decir que este clásico va a decidir la Liga es exagerado, pero fijará el estado de ánimo que va a acompañarnos hasta la Navidad, justo antes de que empiecen a jugarse tanto en Europa como en España los partidos en verdad importantes.
La trayectoria ascendente y hambrienta del nuevo Barça parece más prometedora que la cierta inercia algo desdeñosa con que el Madrid intenta proteger las fronteras del imperio. Pero la facilidad con que los de Ancelotti pueden aplastar a cualquiera y especialmente a los que más se esfuerzan por jugarle en serio; la magia con que pueden desdibujar cualquier sistema, cualquier planteamiento es tan abrumadora y tan insospechadas que cualquier pronóstico es demasiado aventurado. La Razón está de parte del Barça, pero todos sabemos que el Misterio consiste en que Dios se esconde para que podamos ser libres.
Da mucha pereza la menestral euforia del barcelonista que ya cree que lo ha ganado todo por algunos partidos bien jugados, esa autosatisfacción del catalán de clase media (baja) que se toca los pies mirando el culebrón de TV3, pero si el Misterio del Madrid no se hace carne la máquina racional e implacable que es el Barça de Hansi Flick podría no sólo ganar sino conseguir un resultado aparatoso. Nadie puede descartar que se repita el 5-2 contra el Dortmund, pero tampoco el 4-1 —que sería 1-4— contra el Bayern. Medias tintas parecen menos probables.
A alguien le costará dormir la noche del sábado.
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