La resurrección de Donnarumma: de señalado habitual a salvador del PSG

Es el técnico asturiano el líder indiscutible de un equipo sin las megaestrellas de antaño, los Mbappé, Neymar, Messi o Ibrahimovic, pero con la indiscutible calidad de grandes futbolistas como Dembélé, Vitinha, Kvaratskhelia o Doué. Sin embargo, el gran protagonista del recorrido de los franceses en las eliminatorias europeas hasta las semifinales responde al nombre de Giuanluigi Donnarumma, un guardameta resucitado.

Aterrizado en el Parque de los Príncipes en 2021 después de deslumbrar tanto en el Milan como en la selección italiana con la que acababa de proclamarse campeón de Europa, el PSG se hizo con los servicios del portero más prometedor del panorama mundial, ubicado entre los mejores con tan solo 22 años.

La inmensa superioridad parisina en el fútbol francés provoca que la vara de medir se aplique en la Liga de Campeones. Donnarumma fue fichado para ocupar la portería del conjunto galo durante años, pero llegaba a un puesto defendido por un triple campeón de Champions como Keylor Navas, así que italiano y tico se alternaron en la meta durante la fase de grupos en la temporada 2021-22.

Llegado el momento de la verdad, en los octavos de final ante todo un Real Madrid, el transalpino fue el elegido para guarnecer la portería del PSG. Gozaban los franceses de dos goles de ventaja tras sendos tantos de Mbappé en el Parque de los Príncipes y el Bernabéu, pero la excesiva relajación de Donnarumma ante Benzema fue la chispa que incendió la remontada blanca.

Titular indiscutible en Europa desde entonces, el italiano se labró una reputación de jugador vacilante e inseguro a base de salir señalado en todas las eliminaciones de los galos. Al fallo ante Benzema le siguieron el disparo de Coman por debajo de su cuerpo para caer ante el Bayern también en octavos y una salida dubitativa en el tanto de Hummels que sentenció la semifinal de la temporada pasada frente al Borussia Dortmund.

El fantasma de los momentos decisivos volvió a asomar por la cabeza de Donnarumma cuando el PSG, en la ida de los octavos en la presente campaña, fue incapaz de plasmar su dominio en el marcador y Eliott se aprovechó de la mano blanda del italiano para poner al Liverpool en ventaja en el descuento.

En Anfield, el meta se desquitó con una actuación estelar, sosteniendo a su equipo hasta los penaltis y con dos paradas en la tanda a Darwin Núñez y Curtis Jones para erigirse como el héroe de la clasificación del conjunto francés. Este martes, Donnarumma volvió a ejercer de salvador del PSG en Birmingham. Los cuatro goles de ventaja de los que gozó en el Villa Park no fueron suficientes para gozar de tranquilidad, ya que los tres tantos de los de Emery para remontar el partido dejaron la prórroga a una sola diana. Entonces, apareció el italiano.

Tres paradas salvadoras ante Rashford, Tielemans y Asensio evitaron que la eliminatoria se alargara otros treinta minutos y devolvieron al PSG a las semifinales por segundo año consecutivo. Después de tres temporadas bajo el foco por su defectuoso rendimiento cuando más necesario era, la resurrección de Donnarumma, de señalado habitual a héroe en los momentos decisivos, permite a los parisinos soñar con su primer entorchado europeo.