El último concierto de la vieja banda

En un grupo en el que Bélgica, otra generación que agota sus últimos pasos, parte como favorita, los balcánicos deberán apelar al espíritu de Valtreni para igualar un listón que colocaron muy alto cuando hace cuatro años disputaron la final frente a Francia.

El incombustible Ivan Perisic, ahora en los Spurs, es otra de sus referencias, pero aún no ha marcado en la Premier. Una mala noticia para una Croacia en la que peligra su titularidad y muy necesitada de sus goles. Andrej Kramaric, otro de los supervivientes del subcampeonato de hace cuatro años, y el osasunista Ante Budimir parecen fijos en la delantera de un Zlatko Dalic que renueva el equipo como puede, porque ambos superan ya la treintena.

Aunque el último amistoso, en el que se impuso por un escaso 0-1 a Arabia Saudí, pudiera generar algunas dudas, el rendimiento de los saudíes ante Argentina ha hecho cambiar las perspectivas. Croacia parte como favorita ante la Marruecos de Walid Regragui, un viejo veterano de LaLiga, donde ocupó el lateral derecho del Racing, que acaba de hacerse cargo del equipo. El En-Nesyri y Hakim Ziyech, al que la llegada de Regragui le ha permitido entrar en una lista de la que se había caído por su enfrentamiento con su antecesor, Vahid Halilhodžić, son sus referentes en ataque. El sevillista está en buen momento. El neerlandés, que optó por regresar a sus orígenes marroquíes para poder disfrutar de un Mundial, busca minutos en el Chelsea. Este año no le está resultando sencillo.

Pero si a algo tendrá que estar atento Dalic es a no desangrarse por las poderosas bandas magrebíes, donde Achraf, 'dos' del PSG y otra de las estrellas del equipo, tiene como socio a la siniestra a Mazraouri (Bayern). Arropados por un centro del campo y un sistema que trabajan muy bien la contención, sus proyecciones suelen ser peligrosas.

Un novato como Regragui, que cuenta sin embargo con futbolistas muy experimentados en las ligas europeas, buscará el modo de sorprender a una Croacia que a diferencia de los marroquíes carga su juego por el centro, confiada en Modric, la omnipresencia de Mateo Kovačić, que en plena madurez ya es su relevo natural, y en su mordiente en la delantera. El fútbol de tiralíneas balcánico frente a la potencia, la proyección en las bandas y las rápidas transiciones magrebíes. El 4-3-3 frente a un sistema aún en evolución que puede pasar del 5-3-2 con el que jugaba Halilhodzic al 4-1-4-1 que ha probado su sucesor. Dos equipos que sobresalen por el bloque pero con diferentes puestas en escena estrenan un Grupo F en el que se plantea como un duelo directo. Con Bélgica como favorita y la débil Canadá como cuarta en discordia, quien salga ganador habrá dado un enorme paso hacia su clasificación… y metido de paso en serios problemas a su adversario. Ojo, por cierto, a Lovro Majer, que aspira a destaparse en este Mundial. Puede ser uno de esos relevos que los arlequinados tanto necesitan. Por edad, ya le toca.