Fútbol
El enfrentamiento entre la FIFA y la selección alemana llega al procedimiento disciplinario
Mundial Qatar 2022
El conflicto entre ambas entidades en esta Copa del Mundo ha tomado ya forma y consistencia burocrática
Última hora del Mundial en directo
Corresponsal en Berlín
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl enfrentamiento entre la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y la FIFA en esta Copa del Mundo ha tomado ya forma y consistencia burocrática. La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha abierto procedimientos contra la DFB por infracción contra el artículo 44 ... del reglamento del Mundial de Qatar 2022, contra el punto 2.7.2 del Reglamento de Medios y Markeging y contra el 8.5.3. del Reglamento de Equipos. Todas estas normas habría infringido la selección alemana por no haber presentado a ningún jugador en la rueda de prensa previa al partido contra España, a la que solo acudió el seleccionador Hansi Flick. Tras una primera amonestación, la DFB había ofrecido explicaciones sobre la soledad de Flick ante las cámaras. La FIFA había organizado la rueda de prensa obligatoria en el Main Media Center de Doha, apenas 30 horas antes del saque inicial contra España y la selección tenía programado su último entrenamiento en el estadio Al-Shamal. Pidieron celebrar la rueda de prensa en el hotel en el que estaba instalada la selección en Al-Shamal, pero no les fue concedido el cambio de ubicación. «Simplemente no quisimos que ningún jugador se pasase sentado en un coche las tres horas que exigía el desplazamiento antes de un partido tan importante para nosotros», había justificado el entrenador. La explicación no satisfizo a la FIFA y el procedimiento de sanción está ya en marcha.
En el trasfondo de estos escuetos hechos flota una nebulosa de presiones y silencios, fuente de gran malestar para los jugadores alemanes en Qatar. Primero fue la discusión sobre el brazalete prohibido «One Love», con los colores del arco iris, bajo amenaza de penalizaciones. Los jugadores alemanes burlaron parcialmente la prohibición posando en la foto de equipo mientras se tapaban la boca con la mano derecha, dejando constancia así de que estaban siendo víctimas de un ataque contra su libertad de expresión. La prensa alemana desliza que los responsables del equipo prefirieron no presentar a ningún jugador a responder sobre este gesto, por temor a que la escalada de tensión aumentase con potenciales declaraciones sobre lo que los futbolistas alemanes piensan de la gestión del Mundial de Qatar.
Füllkrug: la perseverancia hecha sonrisa del verdugo de España
Aser FalagánEl semidesconocido delantero fue el oasis al que se aferró Alemania para no morir antes de tiempo en el desierto de Qatar
El caso es que el domingo, durante el partido, se vio entre las gradas a un grupo de espectadores que sostenían carteles con fotos de Mesut Özil. Algunos de ellos vestían el atuendo típico de los hombres árabes, otros camisetas españolas y alemanas. Se tapaban la boca y agitaban la imagen de Özil, en referencia al trato recibido por el jugador musulmán en Alemania, donde abandonó la selección acusando a sus responsables de racismo por haberle tratado como «chivo expiatorio» tras la eliminación de Alemania en el Mundial de 2018. Özil, nacido en Alemania y descendiente de inmigrantes turcos, había posado previamente junto al presidente turco Recep Tayyip Erdogan y los aficionados alemanes abuchearon al futbolista en un encuentro de exhibición antes de la Copa del Mundo. «Soy alemán cuando gano, pero un inmigrante cuando pierdo», reprochó Özil tras la derrota. Después de su salida, tanto el director de la selección Oliver Bierhof como el presidente de la DFB Reinhard Grindel admitieron que deberían haber apoyado más a Özil contra las acusaciones de los aficionados. Estos antecedentes estaban tras las imágenes de Özil exhibidas el domingo por espectadores a los que entrevistó el periódico alemán Bild Zeitung, como parte de su cobertura del encuentro. «Los carteles con la foto de Özil estaban en la silla cuando llegamos. Todos debíamos tomar una y sostenerla en alto», declaró uno de ellos, vestido con la camiseta de la selección española pero que no era español, sino un trabajador de Banglsesh, alentado como muchos otros por sus patrones para acudir a los estadios y añadir ambiente a los partidos. Algunos, incluso, son pagados por ello. El grupo de radiodifusión de fútbol qatarí Al-Kass, que se fijó en lo que ocurría en estas gradas durante la retransmisión del partido en directo, evaluó la acción como una protesta contra el «doble rasero moral de Occidente».
«Estamos decepcionados. Tenemos un centro multimedia muy bueno en el hotel en el que podríamos haber celebrado la rueda de prensa sin necesidad de que ningún jugador se perdiese la última sesión de entrenamiento», ha reaccionado Flick a la apertura del expediente disciplinario, «pero así son las cosas. Tenemos que aceptar eso, como tantas otras cosas». Y es posible que esta historia contenga nuevos capítulos. El jueves, Alemania jugará contra Costa Rica en el Estadio Al Bayt. La rueda de prensa previa debería tener lugar en Doha el día anterior. De momento, no consta que Flick tenga previsto llevar a un jugador con él.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete