Los Mossos buscan evidencias delictivas en la federación catalana de fútbol

Según confirman fuentes policiales, el registro se ha llevado a cabo por un presunto delito de fraude electoral en la Federación. La entrada, según ha detallado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la ha acordado el Juzgado de Instrucción 2 de Sabadell (Barcelona) por delitos de falsedad en documento público, privado y administración desleal. Las pesquisas se encuentran bajo secreto.

El caso se centra en las dos últimas elecciones (las primeras tuvieron que repetirse), ganadas por Soteras con 396 votos, seguido por Alex Talavera (370) y Juanjo Isern (328). Pero fueron declaradas nulas después de que el Tribunal Catalán de Deporte (TCD) detectara varias irregularidades y considerara nulos 175 votos. Una cantidad muy elevada atendiendo que votan cerca de 1.200 clubes y que la distancia entre los candidatos fue ajustada. Los diez votos en blanco y cuatro nulos que dictaminó la mesa electoral fueron rectificados de forma contundente por el TCD, que dio un mes para la repetición de las elecciones.

Talavera detectó anomalías en 400 de los más de mil votos emitidos. Una presunta falsificación que encontraría varias explicaciones. La primera porque el censo no se hizo hasta 48 horas antes de la jornada electoral (no se pudo contrastar con la base de datos de la Secretaría General de l'Esport de la Generalitat), lo que permitió que una veintena de clubes que ya no participaban en competiciones votaran, algo que no estaba permitido. Y la segunda por la delegación de voto ante notario (sólo pueden votar los presidentes pero pueden delegar en un vicepresidente mediante un acta notarial en el que le concede poderes).

El excandidato Juanjo Isern explica como se manipularon presuntamente las elecciones y señala a José Miguel Calle, director general de la FCF, que «prepara las falsedades documentales para ganar las elecciones». Asegura a ABC que sobre él recaen las sospechas de los votos falsos que detectó el TCD y también de las dudas que tiene sobre las últimas elecciones en 2023. «El día de las elecciones de febrero, unos 200 clubes van con unas actas notariales que dicen que le han dado su representación al señor Soteras. Un candidato no puede recibir de un club su representación porque sólo puede dársela a algún miembro de su junta directiva o a algún socio pero no a un tercero. De los votos que sacan ellos, la mitad son de personas que no sabes quiénes son. Los interventores no pueden identificar a la persona que vota. Se amparan en la protección de datos y el que vota sólo se identifica ante el presidente de la mesa y este es un trabajador del entorno del señor Calle, que tiene instrucciones concretas», empieza explicando el demandante, que asegura que «hay denuncias de presidentes que habían ido a votar y ya había votado alguien por él…».

Uno de estos casos es el del Club Riba Roja. Su presidenta, Maria Rosa García Pinyol, denunció ante los Mossos suplantación de identidad. «Voy a votar y me dicen que mi club ya ha votado. Me enseñaron un poder notarial en el que un notario dice que nuestro vicepresidente, que no puede delegar el voto y que me acompañaba, lo había delegado en la que es o fue la novia del hijo de Miguel Ángel Esquerré, vocal de la Federación... Habían falsificado la firma de nuestro vicepresidente para dárselo a esta chica y que votara lo que les convenía. Votaron hasta pueblos que no tenían equipos de fútbol...», explica a ABC. También Viorel Florentin, exresponsable del Mora la Nova, explicaba una situación similar en la Ser: «Nadie de nuestro club fue a votar ni hemos firmado ningún poder notarial para que voten en nuestro nombre. Esto se tiene que investigar y castigar».

Esquerré, que también es exdelegado federativo de las Terres de l'Ebre (Lérida) ha sido citado para declarar en calidad de investigado por presunta falsificación de firmas y suplantación de personalidad el próximo 22 de abril en Tortosa, según ha desvelado Futbolcatalunya.com, que también dio pistas del fraude electoral en una entrevista con Paquita Linares, exdirectiva de la FCF, que dimitió en 2021 por injurias, calumnias y acoso laboral contra Soteras y Calle. El día de las votaciones se pasó por una delegación y vio a Alberto Prieto, jefe de presidencia, «mandando a algunos trabajadores que estaban en la Mesa electoral». «Le dije que no podía estar ahí, pero me contestó que yo no era nadie, llamó a seguridad y me echaron».