Morata elige Italia como refugio: «Aquí me respetan»

Con toda la atención sobre la andadura de la selección española en Alemania, unos días antes del debut, el que abrió la caja de Pandora sobre su futuro fue el propio Morata. Eran varios los arietes cuyos nombres aparecían en los medios de comunicación vinculados al conjunto rojiblanco, a lo que el madrileño reaccionó manteniendo que si desde el Metropolitano se filtraban dichos nombres, se imaginaba que no era «la prioridad del club». Sin embargo, y de forma sorprendente, entidad y jugador refrendaron públicamente el pasado 2 de julio su vínculo. «No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta y no voy a parar hasta conseguirlo», fueron las palabras elegidas por el madrileño. Resultó llamativo que su equipo anunciara la permanencia de un futbolista con contrato en vigor como si de un fichaje o renovación se tratase.

A pesar de ello, Morata tardó pocos días en volver a dejar la puerta abierta a una posible salida del Metropolitano. Algo que, tras la victoria de España en la Eurocopa, confirmaron varias informaciones que le ubicaban en Milán la próxima temporada y que se encargaron de ratificar Enrique Cerezo –con un contundente «el quiere estar se queda y quien no se marcha»–y, tras despedirse de sus compañeros el pasado martes, el propio Morata.

Uno de los pocos asuntos que ha amenazado con enturbiar el idílico ambiente de la selección en tierras germanas han sido las supuestas críticas desmedidas hacia el capitán, que se siente desde hace años en el centro de la diana de la opinión pública. Tanto es así que Morata ha elegido la Serie A para refugiarse de la excesiva presión a la que se percibe sometido. «Los italianos siempre me han tratado con un respeto increíble», aseguró ayer a 'Sky Sports' al salir de las dependencias del Milan. Será la tercera experiencia del ariete internacional en el fútbol transalpino, después de cuatro temporadas entre dos etapas en la Juventus. En Italia, está como en casa, lejos del ruido que se genera en España en torno a él y que parece haberle sobrepasado.

Morata no se ha cortado en los últimos tiempos a la hora de mostrarse vulnerable ante las críticas que ha recibido e, incluso, responderlas. Un aficionado colchonero le recriminó en las redes que posara con una bandera del equipo en la celebración por la Eurocopa si se marchaba a Milán, a lo que el delantero replicó: «Ahora no me puedo ir y después de Dortmund me queríais echar todos», en referencia al mano a mano que erró ante el Borussia que pudo cambiar el signo de las semifinales de Champions. Respecto a la reprochada frase con la que anunció su continuidad en Madrid, lo resolvió de forma estrafalaria. «Levantar la Eurocopa es ganar un título con la camiseta del Atlético. Tiene el mismo valor porque es el club al que pertenezco y porque en mis espinilleras llevaba el escudo del Atleti», declaró a COPE.

A pesar de ser un futbolista eternamente discutido, va a sumar un heptacampeón de Europa a su estelar currículum, en el que figuran Real Madrid, Juventus, Chelsea y Atlético. Además, Morata se consolida con 204 millones de euros como el quinto futbolista que más dinero ha movido entre sus traspasos y cesiones, únicamente por detrás de Neymar, Lukaku, Cristiano y Dembélé.

Morata abandona el Metropolitano después de la campaña más goleadora de su vida con 21 dianas en 48 partidos entre todas las competiciones. Una cifra que se apoya en el extraordinario comienzo de temporada que tuvo, ya que en el tramo decisivo del año atravesó una pésima racha en la que registró un solo tanto en 18 encuentros, incluida la decepción europea de los rojiblancos en Dortmund.

Una vez resuelto el futuro del capitán de la selección española, le toca mover ficha al Atlético de Madrid. A la espera de que se produzcan llegadas, Morata se une a la salida de Memphis en la delantera, además de las de Hermoso, Paulista, Söyüncü y Savic, aunque el montenegrino se encuentra en la pretemporada de los de Simeone hasta que encuentre su próximo destino.

Para repoblar la zona ofensiva rojiblanca, Dovbyk es el nombre más recurrente y la salida de Morata podría desencallar la negociación. El ucraniano se ha impuesto a la opción de Sorloth y, en los últimos días, ha cogido fuerza la improbable cesión por parte del Manchester City de Julián Álvarez. Sin embargo, la realidad es que las únicas caras nuevas para el ataque del Metropolitano a día de hoy se han producido en forma de regreso de cesión: Samu Omorodion, concentrado en Francia con la selección olímpica, y Carlos Martín, recientemente renovado hasta 2029.