«Alberola Rojas estuvo muy bien técnicamente en el derbi madrileño»

Por su parte, Muñoz Ruiz ha sido criticado desde Osasuna y desde el sector antibarcelonista, al creer que hay falta en el primer gol. Seguro que lo mismo hubiera pasado desde el Barcelona, si hubiera perdido, y se quejarían de la posible expulsión de Catena. El pan de cada día. La realidad es que han sido dos grandes partidos y dos grandes arbitrajes.

Min 10. Vinicius cae al entrar al área y reclama que le han zancadilleado. Era falta, pero fuera del área.

Min 13. Ahora es Rodrygo el que cae dentro del área. Saúl, que tiene la posición ganada, estira la pierna y es el atacante el que choca contra el defensor. Sería penalti si hubiera zancadilla, pero no la hay en este caso. Bien Alberola en no sancionar.

El primer tiempo fue correcto en cuanto a las sanciones técnicas, pero no en cuanto a las disciplinarias, ya que perdonó al menos una tarjeta a Morata por cortar un avance claro a Vinicius y otra a Rudiger por un pisotón claro a Koke 

Min 78. Balón al área de meta del Madrid. Saltan Morata y Kepa, lo disputan y chocan. El balón entra a gol y Alberola no sanciona. Es una disputa y por tanto, gol válido. Además, Morata está de espaldas y es el portero el que va de cara hacia el balón, fallando en el despeje. El portero no tiene privilegio alguno en el área de meta, salvo jugar el balón con las manos, como en el resto del área.

Min 33. Raphinha es zancadilleado por Catena cuando encaraba portería. Muñiz Ruiz le muestra tarjeta amarilla y no roja como reclama el Barcelona. Es roja por ocasión manifiesta de gol, ya que Raphinha tiene el balón controlado en posición muy centrada y sin ningún defensor entre él y la portería, excepto el portero. Lo único a favor de la decisión del árbitro es que Raphinha está a unos treinta metros de la portería.

Min 59. En el 1-0, Osasuna reclama falta previa de Christensen sobre Arnaiz. No veo falta y, en caso de serlo, no es un error claro y manifiesto como para que intervenga el Var.

En la semifinal de la Supercopa del pasado miércoles, posterior al partido, pudimos ver unas imágenes donde Rudiger daba un pellizco a Morata en uno de sus pezones. El juego estaba detenido, pero está claro que es una acción antirreglamentaria que lo único que intenta , es una reacción del adversario, y a su vez , pase inadvertida por los colegiados. Este tipo de acciones, salvo que se emplee fuerza excesiva, que no es el caso, deben ser sancionadas con tarjeta amarilla.

Por eso, aunque el Var la advirtiera, no pudo intervenir. Ahora se especula con la casualidad que el Var no interviniera en ninguna de las dos semifinales, ya que de haberlo hecho se tendrían que haber escuchado los audios. Se duda de todo aquello que esté relacionado con el estamento arbitral. Da igual lo que se decida. El caso es poner en duda todo. Eso sí, luego todos aquellos que están constantemente hablando de los árbitros son los mismos que dicen que a los árbitros les gusta ser protagonistas. Esta es la cultura que tenemos en el fútbol.