Laporta ya tiene fecha para aclarar todas las dudas sobre el caso Negreira

Joan Laporta ha defendido siempre la inocencia del club en este caso, asegurando que el Barcelona nunca había comprado árbitros y amenazando con ir a juicio contra cualquiera que pusiera en duda la honorabilidad de la competición y de los títulos conseguidos desde que en 2001 se iniciara esta relación con José María Enríquez Negreira, que entonces ya era el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. En las declaraciones que el exárbitro realizó ante la Agencia Tributaria explicó que los pagos que el Barcelona le realizaba por una serie de informes sobre los árbitros que le pitaban en sus diferentes partidos tenían como finalidad la de asegurarse una cierta neutralidad en las decisiones de los colegiados.

El presidente azulgrana, que estaba esperando este informe interno y también las conclusiones de los abogados externos, realizó una petición a los presidentes de la UEFA y de la FIFA, que habían deslizado la posibilidad de sancionar al club. Laporta les solicitó que no prejuzgaran al Barcelona antes de que pudieran defenderse y que esperasen a la resolución de la justicia ordinaria, ya que el mandatario entendía que no había ninguna prueba que incriminara al Barça de haber comprado a ningún árbitro ni de manipular la competición. También expuso los mismos argumentos al máximo dirigente de la RFEF, Luis Rubiales.

Las investigaciones que han realizado los Mossos d'Esquadra también vinculan al caso Negreira con el caso Soulé, que investiga la corrupción de altos cargos federativos. En este sentido, había indicios de que un directivo del club azulgrana hubiera cobrado comisiones del club por intermediar con Negreira. se trata de Josep Contreras, fallecido este pasado mes de diciembre, y persona muy cercana a José María Villar.