La mejor selección de la Eurocopa está en Sevilla

La lección de los sanitarios nunca acaba. Ni cuando comenzó la pandemia ni cuando termine. Por eso resulta de recibo agradecer ahora a la mejor selección de la Eurocopa 2020. La hemos tenido en Sevilla, aunque nadie haya ido a cantarle en los hoteles, si los utilizaron, ni la haya aplaudido cuando han utilizado los medios de transporte. Nadie celebra los goles que les marcan a la vida. Trabajan en silencio por todos. El Dispositivo de Riesgo Previsible (DRP) propuesto por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía veló por la seguridad de miles de personas que, entre los cuatro partidos, disfrutaron del paso de España por la fase de grupos con un cierre excepcional certificado ante Eslovaquia, que ayer se prolongó con el pase a cuartos tras eliminar a Croacia.

Fernando Ayuso, director de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), que atiende al teléfono del 061, agradeció a los 128 profesionales que se vieron involucrados en este encomiable trabajo de prevención de riesgos tanto sanitarios como en términos de seguridad. Todo salió bien gracias a los 28 los médicos que estuvieron salvaguardando la integridad de todos los participantes del torneo, 28 enfermeros y 72 técnicos en emergencias sanitarias que superaron la centena de profesionales sanitarios gracias a los cuales sólo se habló de fútbol al finalizar los tres partidos de España y el Bélgica - Portugal, que fue el último que cobijó el coliseo sevillano.

«Enhorabuena a todos los profesionales por el excelente trabajo realizado», recalcó Ayuso, dirigiéndose a todos los profesionales que pusieron a disposición de los ciudadanos, en este caso, amantes del fútbol europeo, su vocación de servicio y protección para con todos. El estadio de la Cartuja, a través de su cuenta oficial, también tuvo palabras de afecto por garantizar la seguridad de los jugadores y de los aficionados en todo momento. Todos ellos estuvieron bien identificados con su uniforme distintivo y llevaron a cada uno de los partidos un desfibrilador externo obligatorio en las competiciones de alto nivel del que cada vez se conciencia más en divisiones inferiores de este país para que, si vuelve a ocurrir lo que pasó con Eriksen en un terreno de juego o fuera de él, se siga contando que se salvó una vida que vale más, muchísimo más que cualquier trofeo del mundo.