Los medios alemanes condenan los pitos a Cucurella y piden perdón por el comportamiento «vergonzoso» de su afición

El defensa tuvo que escuchar silbidos por parte de los seguidores germanos cada vez que tocó la pelota por su protagonismo en la polémica jugada del partido de cuartos ante Alemania en la que el árbitro decidió no señalar como penalti una mano del catalán dentro del área.

Una actitud incomprensible que ha provocado que varios medios de comunicación alemanes hayan censurado ese mal comportamiento de los aficionados de su país hacia Marc Cucurella durante el encuentro de semifinales. Desde 'Kicker', uno de los referentes de la prensa deportiva germana, se califica lo ocurrido como una reacción «vergonzosa, tonta y contraria a la idea del juego limpio».

El citado medio recalca que la eliminación de su selección «no es culpa del lateral izquierdo de llamativos rizos, sino de una interpretación completamente equivocada de una regla de la mano que ha sido demasiado complicada en los últimos años», por lo que ha apelado al «espíritu deportivo» y ha pedido a la afición germana que no repita ese comportamiento en la final que la selección española disputará próximo domingo en Berlín.

Por su parte, Ulf Poschardt, redactor jefe de 'Die Welt', ha publicado una carta en el que pide perdón a Cucurella y a toda España por el comportamiento de la afición alemana, una misiva titulada «Lo sentimos, queridos españoles». Cabe destacar el esfuerzo del medio al hacer público el escrito con versión en español.

En su carta, Poschardt resalta que lo sucedido «fue antideportivo, injusto y un traspaso de responsabilidad un poco simple». También expresa el sentimiento de muchos alemanes que consideran lo sucedido con Cucurella como algo «vergonzoso y desagradecido», propio de ciudadanos «amargos y resentidos».

De este modo, Cucurella recibía este miércoles la disculpa por parte de varios medios alemanes, pero esta por ver que su alegato resulte efectivo para que en la final de Berlín el lateral izquierdo de la selección pueda tocar el balón sin recibir el abucheo de la grada.