Daley Blind, el puntal del Girona que sobrevivió a su propio corazón y juega con desfibrilador
El veterano defensa neerlandés es clave en el equipo de Míchel, que este sábado afronta la primera defensa del liderato ante el Rayo Vallecano
Girona, sensación de la Liga: entre el milagro y la gestión ejemplar
Daley Blind, en el último partido de Liga del Girona frente al Osasuna
Tiene 33 años y su mejor fútbol parecía pertenecer ya a otra época, pero en el Girona se ha convertido en pieza clave en el engranaje del equipo de Míchel, el sorprendente líder de la Liga. Un defensa con pasado en gigantes como ... el Manchester United o el Ajax de Ámsterdam que llegaba en verano a Montilivi, estadio donde se practica un estilo de juego que se ajusta como guante en mano a las características de Daley Blind. Porque el internacional neerlandés, herencia de su padre Danny, leyenda del último Ajax campeón de Europa, tiene un trato de balón exquisito y siempre fue un actor principal en la salida de la pelota en los clubes en los que jugó. Una cualidad que sigue exhibiendo en Gerona.
Un peón con tanta clase como polivalencia porque rinde con garantías en cualquier posición de la zaga, e incluso puede ser un recurso de emergencia para el medio del campo. «Me enseñaron un plan ambicioso, quieren crecer. Hablé con Míchel sobre fútbol, sobre cómo quería jugar. Estuve muy interesado, me gustó su visión y mi interés creció. La propuesta del Girona me atrajo inmediatamente», explicaba Blind en su presentación al ser preguntado por su extraña llegada al ahora equipo revelación del campeonato. Este sábado defiende su primera plaza ante el Rayo en Vallecas (14.00 horas).
El internacional, más de cien partidos con su selección, quería probar en la Liga antes de cerrar su carrera, la única competición de los grandes campeonatos donde el trato al balón todavía tiene una relevancia algo superior al físico. Este liviano defensa que nunca fue rápido ni contundente, pero sí inteligente, se ha convertido en un fijo para Míchel, que ha contado con él como titular en once de las doce jornadas disputadas.
Criado en la cantera del club donde su padre es leyenda, Blind debutó en el primer equipo del Ajax en 2008 y, tras una breve cesión en el Groningen, se asentó en el once en aquel conjunto que ganó cuatro ligas en cinco años. En 2014, fichó por ese gigante dormido llamado Manchester United. Allí, a las órdenes de entrenadores como Louis van Gaal o José Mourinho, vivió buenas temporadas a nivel individual, aunque la deriva guadianesca de los de Old Trafford lastró cualquier rendimiento personal y, en 2018, regresó a casa.
En el Johan Cruyff Arena recuperó su mejor versión. Blind capitaneó al Ajax que eliminó al Real Madrid en 2019 y alcanzó las semifinales de la Champions League, levantó tres títulos de Eredivisie y se convirtió en un hombre imprescindible en la historia reciente del conjunto de Ámsterdam. Y, cuando el sueño de su infancia estaba ampliamente superado, pasada ya la treintena, el zurdo dejó de nuevo el club de su vida para probar fortuna en otra entidad enorme: el Bayern de Múnich. Llegó en la temporada 2022-23, pero su participación en el campeón alemán fue meramente testimonial. El pasado verano emprendía la aventura en Gerona, donde el veterano neerlandés vuelve a ser un futbolista importante y con galones.
Con un desfibrilador
Un veterano con la ilusión de un niño que vio peligrar el fútbol. Cuando militaba en el Ajax, en un partido de Champions League ante el Valencia, el defensor finalizó el encuentro con mareos. Los médicos detectaron una miocarditis en su corazón y, desde entonces, compite con un desfibrilador cardioversor implantable (ICD). En el verano posterior a aquel susto, en un partido de pretemporada ante el Hertha de Berlín, Blind cayó desplomado sobre el césped del campo del Ajax. Aquellos episodios son para él recuerdos del pasado y ahora brilla en la Liga, donde, a diferencia de la Serie A italiana -que impidió a Eriksen seguir compitiendo en las filas del Inter-, permite a los futbolistas jugar con marcapasos.