Después de una victoria frente al Real Valladolid, el cántabro, muy enfadado aún por su expulsión en Cádiz, se refirió a la actuación de Lahoz visiblemente molesto. Canales aseguró que el árbitro le había mandado al vestuario de forma premeditada.
«Soy el capitán y ya dije que no iba a hablar con él porque no corresponde. Esa expulsión la tenía premeditada y eso no es parte del juego. He intentado evitar hablar con él», explicó entonces, en unas declaraciones que han provocado la dura sanción del Comité de Competición.
Gayá, último antecedente
Su caso es similar al de Gayá, capitán del Valencia, que acusó a otro árbitro, Melero López, de haber visto un penalti pero no haber querido pitarlo, lo que le supuso, igual que a Canales, una suspensión por cuatro partidos. Entonces el club valencianista también apeló la sanción, pero no le sirvió de nada y tuvo que cumplir el castigo íntegro.
En defensa de su futbolista el Betis alegó que Canales no pronuncia la palabra «premeditada» de forma clara y que si lo hizo fue fruto de una confusión por parte del jugador.
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