Fútbol
¿Y si Ancelotti sentara a Mbappé?
El Madrid se cae justo tras fichar al mejor jugador, y más caro, del mundo. Un contratiempo difícil de digerir y remediar, pero recurrente. Otros técnicos se han visto ante la tesitura (o la han forzado) de tener que prescindir del futbolista franquicia
Deschamps se carga a Mbappé: «Kylian quería venir, pero era mejor así»
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Iniciar sesiónDos derrotas consecutivas en el Santiago Bernabéu, ante el Barcelona y el Milan, encajando siete goles, han generado nerviosismo en la grada y desencanto en la prensa y en el entorno. El foco se centra en Kylian Mbappé, cuyo rendimiento no está siendo ... el esperado, generando murmullos en el Bernabéu y despiadadas críticas. La exfigura del PSG, Jerome Rothen ha sido uno de los más duros al asegurar que «es una carga un lastre, el principal responsable del mal inicio del Real Madrid». Críticas a las que se sumó Thiery Henry («Mbappé nunca corre, Bellingham está haciendo de delantero y de mediapunta») o Dugarry («es mediocre e insuficiente en el juego»).
El seleccionador francés, Didier Deschamps, echó ayer más leña al fuego al dejar al atacante fuera de la lista para los dos próximos compromisos de la selección gala. «Creo que es lo mejor en estos momentos. He hablado con Kylian y me consta que él quería venir a esta convocatoria. Quiero que esto quede claro, como que no se trata de un problema extradeportivo. Es una decisión puntual», explicó Deschamps.
La cuestión ahora es saber si Carlo Ancelotti será capaz de imitar a su colega francés y sentar a la estrella de su equipo, con todo lo que ello conlleva. La historia está repleta de encontronazos entre técnicos y jugadores franquicia cuando han sido relegados a la suplencia. Uno de los más sonados ocurrió en enero de 2015, cuando Luis Enrique decidió dejar a Messi en el banquillo en el primer partido del año ante la Real Sociedad, lo que provocó el enfado del rosarino, que no se presentó al entrenamiento de puertas abiertas del día siguiente. Xavi, como capitán, tuvo que intermediar para que la sangre no llegara al río. «Hasta que se solucionó todo, hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué, sin ninguna duda, pero que apareció y que tuve que gestionar. Pero a día de hoy, solo puedo hablar maravillas de Leo Messi», asegura ahora el asturiano.
Los técnicos con carácter, que han querido tener protagonismo, han chocado habitualmente con sus estrellas. Es el caso de Simeone con Joao Félix, Pep Guardiola en su último año en el Barcelona («me voy porque si no nos haremos daño») o Jorge Valdano, que tuvo que prescindir de Butragueño. Hubo casos que incluso la grada no entendió, como cuando Antic relegó a la suplencia a Riquelme en 2003 u ostracismos derivados de una mala dirección deportiva, en el que James es el máximo referente al no encontrar acomodo en el estilo de juego de Iñigo Pérez, lo que le llevará a buscar salida en el mercado de invierno medio año después de llegar como el gran fichaje de la historia del Rayo.
Hay técnicos que han explicado a ABC cómo han gestionado este tipo de casos, como Quique Sánchez Flores, con una dilatada carrera en la Liga o en el extranjero. «En el Atlético de Madrid, en el segundo año, me pasó con Diego Forlán. Había sido muy importante en la primera temporada y en la segunda campaña dejó de jugar en la segunda vuelta. ¿Por qué? Porque el entrenador entiende que no hay un compromiso, tiene una determinada información que ha contrastado que indica que los intereses de uno y otro no son los mismos y entonces tienen que jugar otros. Hay que tomar decisiones y dejar paso a otros jugadores. Cuando tienes que dejar a un gran jugador fuera salen perdiendo todos: el jugador, el entrenador, el club y se pierden ciertas posibilidades potenciales del equipo», explica.
Abordando el caso específico de Mbappé, el exentrenador del Getafe, Valencia, Atlético, Espanyol o Sevilla considera que es más partidario de motivar al francés que de relegarlo a la suplencia. «A estos jugadores hay que intentar llevarlos a su mejor expresión porque son los jugadores que resuelven las situaciones más importantes de un partido: los que gestionan las situaciones de gol, los que realizan los pases, los que están en el tercio más significativo. Hay que llevarlos al máximo compromiso, que no es solo llevarlos al gol o al pase, sino que es cómo inicias la presión, cómo contribuyes cuando el equipo no domina el partido… Es dónde tiene que llegar el entrenador», explica.
Gestión de egos en el vestuario
También Gregorio Manzano es experto en gestionar situaciones con futbolistas con mucho ego. En el Mallorca, al que hizo campeón de Copa en 2003, tuvo a sus órdenes a un Etoo al que alguna vez dejó en el banquillo. «Samuel fue la referencia de esa temporada, pero hubo momentos que lo dejé en el banquillo, como después de una expulsión que tuvo ante el Barcelona y que le dejó sin participar cuatro partidos. Antes de que reapareciera, su sustituto, que era Carlitos, hizo tres goles y entendí que por justicia tenía que jugar Carlitos de inicio sabiendo yo que Etoo era más importante para el grupo», rememora. Y lo justifica: «A veces hay que tomar decisiones por la justicia y el equilibrio que el entrenador debe demostrar ante el grupo».
Aquí, Manzano rompe una lanza a favor de Mbappé y mete el dedo en la llaga. «Quizás no es culpa del jugador franquicia sino del modelo de juego para que ese jugador tenga su máximo rendimiento. Igual la solución es acompañarle de otro jugador que a lo mejor esta en el banquillo o cambiar su posición, metiendo un mediapunta que le alimente de balones, pero son opiniones… No pondría todo el foco sobre el jugador referencia sino en buscar soluciones alternativas, que creo que el Madrid las tiene y muy buenas», ilustra, al tiempo que añade: «Los buenos futbolistas tienen que estar en el campo. Dame buenos jugadores que ya buscaré el sistema para poderlos poner… ¿Ahora en dos meses resulta que Mbappé es malo? El problema no es Mbappé».
Crisis en el Real Madrid El crédito de Ancelotti no es infinito
Rubén CañizaresPero ¿qué sucede si un jugador franquicia desaparece del campo? ¿Cómo impacta en el club? «Sentarlo no sería bueno. El Madrid hace un tremendo esfuerzo por Mbappé, la afición le está mirando con lupa porque es su jugador franquicia, su jugador estrella. Y tenerlo en el banquillo sería que algo mal están haciendo. Y a lo mejor no es Mbappé. El problema del Madrid, visto desde fuera, es que tiene demasiados jugadores buenos. Tiene grandes jugadores pero no tiene un buen equipo, todo lo contrario que el Barcelona. El Madrid está haciendo jugar a Bellingham por el lateral, corriendo como una cabra loca...», apunta Agustín Lasaosa, presidente del Huesca, que asegura que «si yo fuera Florentino y me sientan a Mbappé preguntaría a Ancelotti, porque me ha costado un dineral».
También el exdirectivo del Barcelona Xavier Vilajoana se alinea en esta dirección: «El trabajo de la directiva es poner al servicio del entrenador los mejores jugadores. La decisión de traer un jugador de estas características siempre es consensuada y por tanto todos han estado de acuerdo en ficharlo, pero a partir de aquí el que mejor conoce el funcionamiento del grupo es el entrenador. Otra cosa es que se pregunte, ver qué pasa y cómo se puede ayudar» asegura, y destaca: «Una suplencia corto plazo no tendría impacto porque lo tienes todo firmado y seguirías vendiendo camisetas… Otra cosa es si está seis meses sin jugar, pero no creo que sea el caso».
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