Diakhaby salva un punto en la prolongación

El equipo andaluz demostró que tiene las ideas más claras y que juega mejor al fútbol, tal y como se refleja en la clasificación, pero la derrota del Valencia, que buscó el gol con casta y coraje, sobre todo al final, habría sido un castigo demasiado grande para los locales.

La primera parte estuvo nivelada, sin apenas opciones de cara a puerta, pero al comienzo de la segunda, Sarabia puso por delante al Sevilla, lo que dio tranquilidad a su equipo y puso nervioso al Valencia, al que solo le salvó el empuje final.

El encuentro dio comienzo con la ocasión más clara del primer periodo, ya que a los dos minuto una falta rematada por Garay obligo al meta visitante a realizar una doble parada en la acción más peligrosa de la primera mitad.

Tras esa acción, el Valencia mostró un cierto empuje que el Sevilla neutralizó antes del cuarto de hora de juego para dar paso a un primer periodo de fuerzas muy parejas.

El Sevilla supo tener más el balón que su rival, con un fútbol pausado y de posesión, pero sin ser capaz de inquietar la meta del conjunto valenciano.

Enfrente tenía el equipo andaluz a un Valencia más explosivo, que buscaba llegar al contragolpe, pero que tampoco conseguía que sus acciones fueran efectivas, en este caso ante la meta de Vaclik.

El juego era intenso, ningún equipo daba un balón por perdido, pero tampoco conseguía ser hegemónico, por lo que se llegó al descanso sin apenas opciones de gol y con una igualada que reflejaba el equilibrio mostrado hasta entonces.

No cambió la dinámica del choque en el tramo inicial de la reanudación, con alternativas ante ambas porterías, pero sin que nadie creara verdadero peligro ante la meta contraria, aunque a medida que pasaban los minutos, daba la impresión de que el Sevilla se mostraba más cómodo que el Valencia con la dinámica del choque.

A los 55 minutos, en un ataque visitante, Sarabia rompió el fuera de juego y puso el 0-1 en el marcador al rematar desde cerca y sin dar opción a Neto en la primera opción clara del equipo visitante.

El encuentro cambió por la obligación lo cal de atacar, lo que hizo que se jugara más cerca de la meta sevillista, pero también dio espacios para la contra al conjunto de Pablo Machín.

Un disparo de Banega, que dio en el poste (m.68) pudo haber cerrado el encuentro, que se puso a heroica para los locales ante un Sevilla bien armado atrás, que no dejaba huecos para que su rival le hiciera daño.

A medida que el encuentro se aproximaba a su conclusión al Valencia se le notaban más los defectos y el Sevilla dejaba más a la vista sus virtudes, con una gran capacidad para controlar el encuentro sin verse comprometido en su área.

Una contra de Andre Silva pudo poner el 0-2 en el marcador, pero su remate, a puerta vacía, dio en el poste (m.83), antes de dar el partido paso a unos minutos finales de balones bombeados que apenas causaron problemas a la defensa de un buen Sevilla.

Sin embargo, en tiempo de prolongación, una falta lanzada por Parejo acabó en el fondo de la portería sevillista gracias a un cabezazo de Diakhaby.