1-0 El Valencia lo deja para Mestalla

Pese a que el Genclerbirligi había eliminado en las anteriores rondas al Blanckburn Rovers inglés, al Sporting de Lisboa y al Parma italiano, Rafa Benítez fue fiel a su política de rotaciones en el torneo europeo y apostó por un once plagado de habituales suplentes. De hecho sólo tres jugadores repetían en el once inicial del equipo que empezó el partido de Liga del pasado sábado en Mestalla contra el Deportivo.Habrá que ver si el técnico valencianista sigue apostando por el «bloque europeo» para la vuelta, partido en el que el conjunto blanquinegro debería estar en condiciones de darle la vuelta a la eliminatoria por calidad y experiencia aunque fuera sin la presencia de los titulares.

Descentrados

En la primera parte el Valencia no acabó nunca de meterse en el partido. La aninosidad, la presión y la velocidad del Genclerbirligi contrarrestaba con la mayor calidad técnica de los de Benítez. Los valencianistas no estaban a gusto en el campo. Era como si el conjunto de Mestalla se encontrara con la horma de su zapato, un equipo peleón y asfixiante que anula las cualidades del rival.

Para más «inri», cuando el conjunto español buscaba adaptarse al partido en el estadio «19 de Mayo», llegó el gol turco. Ayala, que está realizando una gran temporada, cometió una ingenuidad. Su ímpetu impidió que pudiera controlar su fuerza y metió el cuerpo ante la entrada al área del centrocampista Ozkan, cuya acción no representaba ningún peligro para la integridad de la portería de Palop. El árbitro vio el empujón y el belga Filip batió con la zurda al guradameta valenciano.

Con el marcador favorable se espolearon los otomanos, que volvían a sentirse protagonistas en Europa. El Valencia continuó estrellándose en el ordenado juego del Genclerbirligi, que veía como bueno el resultado y sólo pensaba en mantenerlo. Los de Benítez no tenían hombres con creatividad en el campo y su dominio del balón se quedaba en un quiero y no puedo.

En la segunda parte el Valencia ejerció mayor presión y se fue, más por obligación que por convicción, en busca de la portería que defendía el esloveno Bontonjic. Los turcos sólo deseaban que pasaran los minutos. Se atrincheraron en su área y dejaron todo el peso del juego a los valencianistas.

Fruto de ese dominio empezaron a llegar las ocasiones blanquinegras. Oliveira y Sánchez estuvieron cerca de llevar la igualada al marcador, pero su mala puntería y sus indecisiones a la hora de rematar impidieron que se lograra el tanto que acercara al Valencia a los cuartos de final. Los cambios de última hora no solucionaron nada.