Equilibrio y mucha confianza

En este segundo año Mourinho ha dado la vuelta a la tortilla, aunque por los pelos . Lo cierto es que el equipo ha tenido que subir un escalón más que el año pasado para llegar a este media meta. Varios factores se han sumado para ello, el principal es el hambre que ha sabido mantener el equipo, hambre de gloria, de superar a su eterno rival, hambre de ser el Madrid de siempre . Todo lo que ha venido después ha sido precedido por esas ganas que nunca han abandonado al equipo. La presión tremenda que ha hecho sobre todos los demás rivales ha venido sustentada por ese afán de títulos y de superación . Es un éxito que ni siquiera ha logrado borrar el nuevo triunfo de los azulgrana en el duelo directo que mantuvieron en el Bernabéu.

Mourinho ha tenido mucho que ver en el éxito de este primer tramo de Liga. A la seguridad y firmeza defensiva que dio al equipo en su primer año, ha unido esta temporada un equilibrio que ha tenido mucho que ver en el dominio completo de casi todos los partidos . Ha sido también el técnico portugués el que ha completado la faceta goleadora de los blancos recuperando anímicamente a Benzema, que este año ha sido el gran fichaje del Madrid. Comiéndole la cabeza de continuo, hablándole quedo, convenciéndole de sus posibilidades, Mourinho ha conseguido que el delantero francés recupere el alto nivel que se le vio en Francia . Benzema, que tiene una clase y un talento innato, posee ahora una garra y fuerza de la que careció la pasada temporada. Eso, unido a la lucha permanente de Higuaín, un tipo que no conoce la palabra rendición, ha dado al Madrid un trivote goleador (de Cristiano Ronaldo ya ni se habla porque siempre responde en su faceta goleadora) que no tiene parangón en Europa.

Otro aspecto, sutil pero no menos importante, ha contribuido a este éxito. Ha sido el cambio de tono en las declaraciones de Mourinho , que este año ha decidido no meterse en tantos charcos. Eso ha dado tranquilidad a la plantilla, lo que se refleja en una mayor calidad del juego. En dicho cambio de rumbo ha tenido mucho que ver Florentino Pérez , que en un momento dado decidió tomar cartas en el asunto, justo cuando vio que las encuestas —que tanto le gustan al presidente— dijeron que el Madrid pasaba de ser el equipo más querido de España al más odiado. Se dice en los mentideros blancos que el presidente bajó entonces al barro y pidió cordura y menos frentes abiertos. A cambio, ofreció apoyo incondicional y público al entrenador , aún más del que se le estaba dando. Los resultados no se han hecho esperar: el Madrid está delante del Barça.