El público reaparece en una Liga con  menos brillo

A finales del pasado curso y solo de manera testimonial, algunos estadios ya pudieron reabrir sus puertas en varias comunidades autónomas. La evolución de la pandemia y la vacunación han posibilitado que esta temporada el fútbol profesional haya recibido luz verde para que la Liga comience arropada por aficionados en las gradas de todos los campos de Primera y Segunda división . La noticia más esperada se ha terminado convirtiendo en un caramelo envenenado para aquellos clubes a los que, siguiendo los límites establecidos por las autoridades, resulta imposible dar la bienvenida a todos sus abonados. Regiones como Galicia, Madrid o Andalucía han abrazado el máximo autorizado por el Gobierno central, el 40 por ciento del aforo. Un porcentaje reducido al 33% en Navarra o solo al 20% en el País Vasco. En el Valencia-Getafe de esta noche (21.00 horas), el encuentro del estreno del campeonato, hasta 15.000 seguidores podrán disfrutar de nuevo del fútbol a la espera de poder cantar el primer gol, el que llevan esperando tanto tiempo. Como en el resto de campos, no habrá todavía presencia de aficionados visitantes, que de momento continúa vetada, aunque en países como Inglaterra, donde hoy también comienza la Premier League, el retorno a los estadios se produce sin ninguna restricción de aforo.

LaLiga confiaba en que la vuelta en este inicio del campeonato pudiera ser con un 75 por ciento del aforo en todos sus campos , lo que llevó a los clubes a comenzar sus campañas de abonos con ese horizonte.La mayoría de equipos se ven ahora obligados a sortear el acceso porque no pueden acoger a todos sus fieles, a los que tendrán que compensar, en forma de devoluciones u otras soluciones imaginativas, por los encuentros que ya tienen pagados y que no podrán disfrutar. El próximo 5 de septiembre está prevista una nueva reunión en la que el Gobierno podría decidir aumentar el aforo en las tribunas y suprimir alguna de las prohibiciones establecidas para este inicio de curso, como la posibilidad de comer un bocadillo durante los partidos.

El Real Zaragoza , histórico del fútbol español que navega en los últimos años en Segunda división, abre hoy la temporada en la categoría de plata ante un novato, el Ibiza, y la directiva del conjunto aragonés es una de las que se ha visto obligada a recurrir al sorteo. «Cuando el club lanzó la campaña de abonos lo hizo con la premisa de que se podría ocupar el 75 por ciento de la capacidad total del estadio. Había muchas ganas de fútbol y la gente empezó a abonarse rápido. A las 48 horas, el Gobierno estableció finalmente el aforo al 40%. Las peñas entendemos que la salud debe prevalecer ante todo, pero este cambio altera el ánimo y las ganas de renovar. Para este primer partido, el club se ha visto obligado a realizar un sorteo», confirma a este periódico Pablo Palomar, el presidente de la Federación de Peñas del equipo maño. Fórmula que han repetido otras entidades. «La Grada de Animación no lo hará hasta que puedan entrar todos los aficionados, es totalmente respetable porque cada uno puede expresar como quiera su disconformidad», añade.

La vuelta de los abonados a sus butacas no es un asunto baladí porque suponen un ingreso de muchos millones para los clubes. El objetivo en el nuevo curso no pasa por aumentar el número de afiliados, sino conservar a los más de 900.000 socios con carné que tenían los grandes equipos del fútbol español antes de que estallara el coronavirus. La pandemia cortó cinco años consecutivos al alza en términos de asistencia que acumulaba LaLiga, que en la campaña 2019-2020 estaba en camino de conseguir rebasar por primera vez la barrera de los 15 millones de espectadores. Clubes como el Sevilla , que durante el curso disfrutaban de entradas medias del 80%, ven reducido ahora a la mitad el aforo de sus estadios.

Para facilitar que a los estadios acuda el mayor número posible de abonados, equipos como el Real Zaragoza han recurrido a la ayuda que supone de la tecnología. Una ventaja, pero también un posible inconveniente. «Es un problema para gente mayor que no está acostumbrada a utilizar las nuevas tecnologías. En nuestro club, la campaña de abonados empezó muy tarde y no se han repartidos abonos físicos, por lo que la directiva ha entregado abonos digitales a través del Passbook, pero, para personas de cierta edad descargárselo, es todo un mundo. En la Federación hemos tenido que hacer un tutorial para presidentes de algunas peñas para que puedan explicar este mecanismo a sus socios», explica Pablo Palomar a ABC. En cualquier caso, el club aragonés ha tenido el detalle de ofrecer a esas personas la posibilidad de retirar una entrada en oficinas, destaca el presidente de la Federación de Peñas.