amistosos internacionales
Falcao y Neymar cruzan su talento en Nueva Jersey
Colombia amenaza a la peor Brasil de los últimos años en el partido 1.000 de la historia de la pentacampeona
v. pérez
Las vueltas del fútbol deparan un paisaje casi inimaginable para Brasil, pentacampeona mundial y potencia casi por decreto, en el partido 1.000 de su historia porque ni siquiera es clara favorita para derrotar a una Colombia superior a ella por primera vez en los últimos 20 años.
... Eso al menos dice el ránking de la FIFA, que marca el mal momento para una Brasil que el pasado mes de julio salió del «top 10» por primera vez desde la introducción del sistema en 1993. La selección brasileña, que lleva dos Mundiales sin pasar de cuartos de final y dijo adiós muy pronto en la pasada Copa América, se sostiene en la esperanza del renacer de Kaká y la eterna promesa de Neymar, que a sus 20 años suena incluso a veterano.
El duelo 1.000 de Brasil se jugará, cosas del fútbol moderno, en el mastodóntico estadio MetLife de Nueva Jersey levantado en 2010 y que alberga desde partidos de la NFL -casa de New York Giants y New Jersey Nets, escenario de la SuperBowl de 2014- a conciertos de música, espectáculos de lucha libre o el circo del «Monster Jam » que tanto pirra a los americanos.
Dos estrellas con futuro
También monstruoso será el duelo entre pistoleros de una y otra selección. En una esquina estará el Tigre Falcao , referente del Atlético de Madrid y bandera de Colombia, que vive su momento más dulce desde que decidiera dar el salto a Europa. Ha conseguido colocar su nombre al lado de dos bestias como Messi y Cristiano Ronaldo gracias a su imparable olfato (suma 49 en 60 partidos), motivo más que suficiente para que algunos le reclamen como candidato al Balón de Oro.
A primera vista poco tiene que hacer Neymar , el niño de Sao Paulo que se mira en el espejo de Pelé, pero lo suyo es una carrera de fondo. Con apenas 20 años ha logrado ser nominado al Balón de Oro , ganar el Premio Puskas al mejor gol del año de la FIFA, una plata olímpica, jugar la final del Mundialito de clubes y, lo más importante, que media Europa suspire por él porque todavía se resiste a dejar Brasil, donde se le adora. Su gran reto es devolver a su selección al trono del fútbol mundial. Primero, derrotando a Falcao.
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