El pánico condujo a Setién

El juego del equipo no mejoró esta temporada y el pasado 9 de noviembre por la tarde, Bartomeu llamó a un amigo para invitarle al palco del Camp Nou y ante la negativa de éste a acudir «porque estamos jugando fatal y me aburro profundamente», el presidente le confesó que «si esta noche no ganamos contra el Celta, echo a Valverde ». El Barça ganó por 4 a 1 y a partir de entonces experimentó algo parecido a una cierta mejoría en el juego. Bartomeu quería cambiar al entrenador pero el equipo protegía a su técnico, porque no les exigía aboslutamente en nada y les dejaba hacer lo que querían. Hasta marginar a Griezmann , «este hijo de puta que ha fichado el presidente», en palabras de uno de los pesos pesados del vestuario. Ter Stegen, la única mente centrada del vestuario, llevaba meses advirtiendo, en público y en privado, que aquello era una locura que acabaría mal.

El principio del final de Valverde llegó tras el clásico aplazado. Los jugadores se dieron cuenta de que no podían con su alma. Messi, B usquets y Piqué hablaron con Bartomeu para pedirle con urgencia el recambio, y le dijeron solo un nombre: Xavi. Al presidente se le abrió el cielo, porque con Xavi podía matar dos pájaros de un tiro: contentar a los jugadores y «robarle» al principal candidato a sucederle, Víctor Font, en entrenador alrededor del que está forjando su nuevo proyecto deportivo para el club. Y los acontecimientos acabaron de precipiatrse tras el derbi, que acabaron empatando en Cornellá. Ante el caos, Ter Stegen «se borró» bajo el pretexto de una inexplicada lesión que no ha necesitado otro tratamiento que el del reposo y oportunamente reapareció, y en plena forma, en el primer partido de Setién, contra el Granada . El lunes siguiente al partido contra el Espanyol, los jugadores le mandaron el recado al técnico a través de Pepe Costa, persona de la máxima confianza de Messi: «Estás muerto». Valverde, protegiendo sus intereses hasta el final, viajó a Arabia Saudita como si nada.

El Barça contactó a Xavi , pero sin escuchar sus demandas estructurales. Bartomeu quería sólo un nombre que ofrecer al público, para continuar aprovechándose del club con su ineficaz pero intencionada estructura actual. Xavi se negó a convertirse en un muñeco, y aunque la versión oficial del club atribuye a Bakero el volver a sondear a Koeman , lo cierto es que el de Goizueta recibió una orden directa. En cualquier caso, la conversación no duró ni un minuto. En la terna final quedaron Setién, Pochettino –que aceptó encantado la oferta pese a haber asegurado en el pasado que «me volvería a mi granja antes que al Barça»– y García Pimienta, entrenador del Barça B, preferido por los jóvenes directivos Xavier Vilajoana y Maria Teixidor, que aspiran a suceder a Bartomeu desde dentro, con la idea de hacerle una oferta en condiciones a Xavi en junio y presentar de este modo su candidatura para las elecciones de 2021. Pero los jugadores y Bartomeu, en búsqueda de éxitos inmediatos, se decantaron por Setién .

Messi es consciente de que otro ridículo como el de Roma o el de Liverpool ya no podrán culpar al técnico o a la directiva y está molesto con la dispersión de Piqué, que con sus múltiples negocios, no piensa al 100 por 100 en el fútbol: no le molestaba hasta que ha constatado que afecta a su rendimiento. El vestuario se ha conjurado para volver a competir en la Champions y Setién sabe que su crédito es limitado y que la directiva solo le defenderá si gana.