Santi Mina, las cenizas de un goleador

Nacido en Vigo hace 26 años y formado en la cantera celeste, Santi Mina , hijo de Santiago Mina Vallespin, futbolista del Celta entre 1981 y 1984, se estrenó con el primer equipo del Celta en la temporada 2012-12 con Paco Herrera como entrenador. Media hora en la visita del conjunto gallego al Getafe, abriendo una primera etapa en el club, en el que permaneció hasta 2015. Aunque su nombre llegó a relacionarse con el Real Madrid y el Manchester City, en el verano de ese año, el delantero firmó por el Valencia, a cuya disciplina perteneció hasta el final de la temporada 2018-19. Como futbolista del conjunto de Mestalla, Mina levantaba el único título que aparece en su palmarés, la Copa del Rey de 2019 que ganaba ante el Barcelona. En aquella celebración, el atacante aparecía acompañado por su novia.

Solo unos meses después de emprender el viaje de regreso a Balaídos, un juzgado de Almería decidió, en noviembre de 2019, llevar adelante el proceso contra el jugador tras ser denunciado por un abuso sexual cometido en junio de 2017 en el municipio almeriense de Mojácar. Unos hechos por los que ha sido condenado ahora con cuatro años de prisión. Esta pena mancha la carrera de un futbolista que jugó en las categorías inferiores de la selección y que llegó a disputar la Eurocopa sub-21 de 2017.

Segundo máximo goleador del Celta en la actual Liga (siete tantos), Santi Mina es uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla (1.5 millones de euros). Un jugador que destaca por su calidad técnica y que ha jugado 269 partidos en Primera división, 146 de ellos con la camiseta del conjunto vigués. En la máxima categoría ha celebrado 64 tantos, siendo sus campañas más realizadoras la 2017-18, con el Valencia, y la 2020-21, con el Celta, marcando en ambas una docena de goles.

Los hechos por los que Mina fue denunciado sucedieron en junio de 2017, cuando pertenecía aún a la disciplina del Valencia y se encontraba de vacaciones en Mojácar (Almería) con su amigo David Goldar, futbolista del Ibiza. Según el escrito de la Fiscalía, el delantero entró totalmente desnudo en la caravana que tenían aparcada junto a una discoteca y a la que su amigo se había ido con una chica para mantener relaciones sexuales.

A pesar de que la chica le dejó claro que solo quería solo quería estar con Goldar, el futbolista no hizo caso a sus palabras y acabó abusando de ella. La acompañante de Goldar, contra quien el Ministerio Fiscal no formuló acusación, si bien la víctima lo sentó en el banquillo al considerarlo cooperador necesario, sufrió lesiones en la vagina y en el brazo derecho y la pierna izquierda como consecuencia de lo ocurrido, según se recogía en el informe fiscal.