De momento, la interrupción de la Champions, de la Liga Europa y de los campeonatos nacionales se ha establecido en dos semanas , pero los patronos y los futbolistas se temen que en la primera semana de abril la realidad sea igual o peor que ahora y no pueda jugarse.
El periplo concedido inicialmente a los partidos de selecciones en los últimos diez días de marzo da árnica para extender la suspensión general y sin embargo puede no ser suficiente. La UEFA y las ligas ya se plantean jugar cada tres días, sin descansar, en un maratón que aún no saben cuando comenzaría. Habría otro calendario, que sería remozado absolutamente en sus fechas . Retrasar la Eurocopa a 2021 es complicado, pues se topa con el Mundial de Cubes de FIFA .
Técnicos y futbolistas se negaban a jugar y el organismo europeo ha reaccionado tarde, pero ahora debe plantearse esos extremos. El sindicato internacional de jugadores presionó y expuso a la UEFA que los profesionales no aceptaban arriesgarse cuando la pandemia crecía en Europa. El caso Thompkins fue el detonante del parón europeo.
Alemania, Inglaterra y Francia reaccionaron. La Bundesliga, que iba a jugar hoy, decidió suspender. La Premier también varió su postura inicial. Y Francia. Será una temporada muy distinta, única.
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