El método Zubieta, pilar del éxito de la Real Sociedad

En el presente no se puede entender el buen momento de la Real sin mirar a Zubieta , nombre que se da a las instalaciones deportivas del club. Es allí, a orillas del río Oria y entre el verde intenso de la naturaleza, donde decenas de jóvenes sueñan con llegar algún día al primer equipo. Algo improbable por la enorme exigencia del fútbol profesional, pero que se antoja más factible cuando se observa que más de la mitad del primer equipo son canteranos. Uno de los responsables del éxito es Luki Iriarte , director del fútbol base de la Real. Tras más de veinte años en el club, Iriarte tiene muy claro cuál es la filosofía de Zubieta y la comparte con ABC.

«El objetivo, históricamente en la Real, es preparar a los jóvenes para poder llegar al primer equipo. Es algo de siempre, una idea perpetuada en el tiempo. Para ello es importante darles una formación integral, sabiendo que la mayoría de ellos no van a llegar a profesionales, pero teniendo muy presente que los canteranos han de tener su lugar y que hay que prepararlos para ello». Así pues, la Real cuenta con una estructura en la que, al margen del primer equipo, coexisten otros ocho conjuntos para las categorías inferiores. Y del mismo modo que el primer equipo se va nutriendo de sus filiales, estos van recolectando talento de los distintos pueblos de San Sebastián. Así lo explica Iriarte: «Guipúzcoa es una provincia pequeña, pero con un hábito de deporte bastante importante. Nosotros trabajamos de manera diferente a otras canteras, con los niños en su entorno, en su colegio y con sus familias, y con la Real acompañando. Es a partir de los once años cuando hacemos la primera selección, pero el trabajo empieza mucho antes entre todos los pueblos y los colegios».

Es lo que ocurrió con Oyarzabal , máximo goleador de la Liga y emblema de esta Real. «Mikel participaba en la escuela de fútbol de Éibar y la Real le reclutó cuando termina la sub 13, pero se decide, junto a la familia, que tanto viaje de Éibar a Zubieta podía interferir en su ritmo académico. Por tanto se optó por que viniera solo una vez a la semana y que siguiera compitiendo en Éibar. En sub 16 fue cuando vino a la Real, y ese mismo proceso lo siguen muchos otros», cuenta Iriarte.

Recientemente, la labor formativa de la Real fue reconocida por «Fútbol Draft» , una entidad que apoya la formación de futuros futbolistas y que concedió al club donostiarra el premio a la mejor cantera de España. Razones hay, pues faltan dedos para enumerar todos los nombres salidos de Zubieta en los últimos años. Una lista que viene a confirmar la apuesta por este modelo y que sueña a lo grande. La Real es, de hecho, el equipo de la Liga con más canteranos en sus filas.

El reto, explica Iriarte, es tratar de mejorar continuamente, sabedores de que el fútbol cada vez es más exigente: «En los últimos años ha habido cambios, pero porque cambia la sociedad y las necesidades del fútbol. Como suelo decir: hay que adaptarse al cambio para seguir con la idea fundamental, mantener Zubieta como una de las mejores canteras de España y de Europa». De momento, la fórmula funciona, la Real está rindiendo y, entre pintxo y pintxo, más de uno se pregunta: «¿Y si este año…?». También parecía complicado en la liga del 81 y apareció Zamora en el último suspiro.