Eurocopa 2012: lo mejor y lo peor de la primera jornada

El desquite de Mario Gómez . En Alemania le critican por pasarse gran parte del partido contra Portugal sin hacer nada. Pero sin su instinto matador, el conjunto germano no habría abierto brecha en el muro luso. Con sus maneras de "nueve" clásico ha cuajado una temporada de abundancia goleadora. Sigue enrachado. La Euro 2008 y el Mundial de Sudáfrica los pasó en el banquillo, eclipsado por Klose. Cuando el eterno "Miro" ya se preparaba para sustituirle, Gómez lanzó un cabezazo a las mallas que levantó a toda su afición. Fue su primer gol en un gran torneo con su selección. Mehmet Scholl dijo a la televisión alemana que temía que Gomez acabara con úlceras después de pasar gran parte del partido tirado sobre el césped. Pero Scholl no es quien estaba allí, listo para sacar a la fiera en cuanto le cayera un buen balón.

La ilusión croata . La selección croata está condenada a que los analistas siempre lancen el mismo comentario: es un buen equipo, pero no llega a la Croacia de Suker. El partido ante Irlanda les sirvió para sacarse de encima ese lastre del pasado e hincharse de ilusión. Demostraron que tienen un maestro de segunda línea como Luka Modric y dos delanteros solventes: Mandzukic (dos goles) y sobre todo Jelavic, que ha hecho un temporadón con el Everton. Detrás, un bloque muy compacto de nombres poco conocidos. España e Italia pondrán a prueba su ambición.

Iniesta y su varita . Nos falta Puyol, nos falta Villa, hay incertidumbre para el puesto de "nueve", los rivales nos tienen tomada la matrícula... Parece que todo sean malas noticias. Lo parece hasta que Andrés Iniesta toca un balón. La varita mágica del manchego es un remedio infalible contra el pesimismo. Un recordatorio de que aún nos queda calidad de sobra. No es el único: David Silva y las paradas de Iker Casillas también sirven para alimentar la ilusión.

Un baño de masas para «Sheva» . Andriy Shevchenko ya es un mito ucraniano. El Balón de Oro y campeón de Champions con el Milán acumula, además, una cuenta de 48 goles en 108 partidos con su selección y unos meritorios cuartos en el Mundial de Alemania. Sigue sumando. A sus 35 años, salió de titular en el debut de Ucrania contra Suecia. En el Olímpico de Kiev, ante su gente. 80.000 almas enamoradas de su mito viviente. Los dos goles de "Sheva" sirvieron la victoria para el conjunto ucraniano, que jugaba por primera vez en una Eurocopa. Le salió la noche perfecta. La guinda: la ovación que el público le dedicó al ser sustituido. Tembló toda Kiev.

«Hooligans» desde Rusia . Cuatro comisarios tuvieron que ser ingresados en el hospital después de ser atacados por seguidores rusos en una pelea que se desató tras el partido entre Rusia y la República Checa. Varios aficionados ucranianos también tomaron parte en ella. "Estos incidentes se podrían reproducir en los próximos días. Si hace calor los aficionados tomarán bebidas alcohólicas y se puede desatar la violencia", avisó el personal de seguridad polaco. La cara oscura del fútbol siempre aflora.

Holanda y el cenizo de Robben . Le han echado mal de ojo. Cech le detuvo un penalti en la final de Champions que podría haber resuelto el partido en la prórroga. Marró otro contra el Borussia Dortmund, cuando el Bayern se jugaba buena parte de sus aspiraciones a ganar la Bundesliga. Tras la caída en Champions, la afición "Oranje" le silbó en un amistoso con su selección. Robben atraviesa una racha "gafe" que se prolongó con el debut de Holanda contra Dinamarca. Mandó un remate al palo y su equipo terminó perdiendo. Tanto infortunio puede ser una bomba de relojería para la moral del jugador. Y la de Holanda.

¿Dónde está Cristiano? . Ni rastro de aquel goleador impenitente que ha hecho la temporada de su vida con el Real Madrid. En la derrota de Portugal contra Alemania, Cristiano Ronaldo apenas apareció. No le cayeron buenos pases, Boateng (su marcador) le dio la noche, y perdonó en la ocasión más clara que tuvo ante Neuer. CR7 tiene pendiente el éxito con su selección. Aquella final de 2004 perdida contra Grecia es una espina clavada. El primer paso para empezar a sacársela no ha ido bien.

Jugar sobre un patatal . Lo peor que les puede pasar a los jugones es que el balón no corra bien. Y eso fue lo que sucedió en Gdansk en el España-Italia. El césped estaba alto y seco. Busquets lo sufrió especialmente en sus carnes. Los jugadores y el mismo Del Bosque no se callaron las quejas tras el partido. La Federación Polaca negó que el césped estuviera en mal estado y tiró balones fuera, alegando que no se había regado porque los italianos se habían opuesto, algo que negaron los "azzurri". Una chapuza que dañó al espectáculo.

Un clásico con bostezos . A un clásico del fútbol mundial como un Francia-Inglaterra siempre se le exige el máximo nivel. Sin embargo, fue uno de los partidos más soporíferos de lo que va de Eurocopa. Los dos equipos salieron sin confianza. De Francia, en proceso de reconstrucción, se esperaba más. No le funcionó la creación en el mediocampo, y sus estrellas (Benzema y Ribéry) apenas recibieron buenos balones. Inglaterra, sin Rooney y varios jugadores clave lesionados, hizo lo que se esperaba de uno de sus equipos más descafeinados. La imagen del partido, más allá de un colosal Nasri, fue la de un aficionado francés dormido en la grada.