Un fiasco de casi 300 millones de euros

Arropado por una estrategia brillante, fue capaz de conseguir la confianza de los bancos y dispuso de 150 millones, repartidos en dos créditos, para acometer la grandeza del proyecto. Abrió la caja de caudales del Real Madrid y se lanzó a por ocho fichajes. Invirtió nada menos que más de 250 millones de euros. “El esfuerzo de tres años en uno”, según palabras del propio mandatario, porque así lo exigían las circunstancias. Invirtió 96 millones en contratar a Cristiano Ronaldo , 66 en Kaká , 35 en Benzema , 33 en Xabi Alonso , 15 en Albiol , 5 en Granero , 4 en Arbeloa y 4 en Manuel Pellegrini . Un esfuerzo grandioso para reforzar una plantilla deprimida desde la llegada de Ramón Calderón al poder.

Cumplió con creces la primera parte del plan. Pero para vestir el santo, desvistió otro. Hasta 10 jugadores del Real Madrid cambiaron de aires, la mayoría de manera justificada porque no tenían nivel para este equipo, pero en el trasvase se cometieron un par de errores de cálculo. Las salidas de Arjen Robben ( al Bayern Munich por 24 millones ) y de Sneijder ( al Inter por 15 ) desequilibraron la plantilla. El medio del campo perdió a un futbolista de talento y Pellegrini se quedó sin el único extremo puro (él pidió marcharse para tener más minutos). Una apuesta arriesgada. Un cara o cruz, que salió mal.

El año blanco no puede calificarse de otra manera que un fracaso. Aplaudido el esfuerzo económico, hay que desmenuzar los componentes de la pifia. El Madrid ganó en solidez defensiva con los fichajes, pero perdió creatividad en el medio del campo. Había hasta cuatro medios centro, tres del mismo perfil defensivo. Los interiores no supieron caminar por las bandas y acrecentaron con su tendencia el juego del embudo. Para colmo, dos de los grandes fichajes, Kaká y Benzema, han estado muy por debajo de su nivel.

Tampoco ayudó mucho la campaña contra Pellegrini. Ya en la pretemporada fue cuestionado el trabajo del entrenador, que estuvo a merced de un sector de los medios de comunicación, soportando una campaña de acoso y derribo. A estos daños colaterales hay que añadir los errores puntuales del entrenador en los partidos clave, ante el Barcelona. No supo cambiar la dinámica de los partidos ante un rival netamente superior.

Con estos aditivos, más las pifias en la Copa del Rey y en la Liga de Campeones , el proyecto multimillonario ha quedado reducido a la mínima expresión. No lo salva ni la persecución atosigante al Barcelona, trasladando al eterno rival a la frontera de los cien puntos para levantar la Copa. Cero títulos y más confusión, porque ahora parece que muchas de las cosas que se hicieron el año pasado ya no sirven. Baste como ejemplo que el relevo en el banquillo del Madrid está cerca, con Mourinho llamando a la puerta como el salvador del conjunto blanco.

Florentino Pérez lleva en el Real Madrid siete temporada (contando la de la dimisión en 2006) y ha invertido en fichajes casi 650 millones de euros (ha recaudado en salidas casi 250) para alcanzar el siguiente balance: 2 Ligas y 1 Copa de Europa, como grandes títulos.