El Real Madrid ficha a Benzema, el delantero con mayor futuro de Europa

Un jugador, el francés, que comenzó su andadura como centrocampista ofensivo, para ascender al ataque gracias a su zancada, su velocidad, su regate, su calidad en el disparo con ambas piernas, su cabezazo y ese temple para aprovechar las oportunidades como si fuera un veterano. De hecho, es un punta muy completo porque gusta de arrancar desde atrás. No es un ratón de área. No es un «nueve» puro. Esa versatilidad aporta mucho más a un equipo, como bien sabe el Olympique, que en muchas ocasiones lo ha utilizado como hombre de banda en el 4-3-3 que le define.

El Manchester ofrecía más

Su llegada significa la cuarta incorporación de los «siete magníficos» que pretende adquirir el dirigente blanco, una vez conseguidos los contratos de Kaká, Cristiano Ronaldo y Albiol. Las siguientes metas son Xabi Alonso, Arbeloa y el sueño de Ribery.

El acuerdo con el Olympique de Lyon se concretó en la tarde de ayer. El jugador cuesta 35 millones de euros fijos, más otros seis millones posibles como cifra máxima de objetivos por cobrar para la entidad gala.

De padres argelinos y pasaporte francés, firma por seis temporadas. La mediación de Zinedine Zidane y las buenas relaciones con Jean-Michael Aulas, presidente de la entidad francesa, han facilitado una operación que tenía buen punto de partida: había manifestado desde el mes de diciembre que deseaba marcharse al Real Madrid. El Manchester United ofrecía más dinero, 42 millones. La postura del jugador y los seis «bonos» por objetivos admitidos por el club español han decantado la operación.

El máximo responsable del Olympique, un hombre práctico, ya había argumentado que 35 millones más los pluses eran una cifra para pensárselo. No ha necesitado mucho tiempo para hacerlo. Se marcha su joya de la corona, aunque tenía asumido que se iría tarde o temprano a uno de los clásicos grandes del fútbol europeo.

«Pichichi» con 19 años

Rapado al cero, 184 centímetros de altura, 73 kilogramos y unos hombros que chocan sin miedo contra los centrales, el cuarto fichaje de la segunda era Florentino será el cuerpo de infantería de un equipo bien armado a sus espaldas. Su rapidez debe ser aprovechada por los pases de Kaká.

La explosión definitiva como goleador a escala mundial se produjo con 19 años, en la campaña 07-08. Se transformó en el «Pichichi» del campeonato galo al anotar 20 dianas en 36 partidos, a los que sumó otros cuatro en la Liga de Campeones. Era el fruto de una progresión de cuatro años en los que los técnicos le hicieron evolucionar sin quemarlo. La fuerza del chaval prometía desde muy joven. Debutó en el Olympique a los 16 años, en la Liga 04-05. Los entrenadores no le quisieron colocar en la cresta de la ola mediática desde su ascenso al «equipo A» y le dejaron formarse sin prisa. Pero sin pausa.

El éxito de esa política ha sido su conversión en un estilete de primera fila. Tras la proyección confirmada en la temporada 07-08, el curso 08-09 ha sido el de su consolidación como atacante de alto nivel. Celebró 17 tantos en Liga y otros cinco en Copa de Europa.

Visualmente se asemeja a Ronaldo por su envergadura y su forma de galopar. Es su ídolo. Los cinco años de maduración en el conjunto galo le han permitido aprender a sacar jugo de sus escapadas. Se planta ante los porteros y resuelve como nadie los mano a mano. En sus comienzos lanzaba un trallazo que a veces se estrellaba en el guardameta. En los dos últimos años ha depurado la clase en el toque, para colocar sus tiros cuando el portero aún no espera el remate. Ese sentido de la anticipación recuerda a Butragueño.

Al joven fichaje le vendrá bien que Cristiano Ronaldo y Kaká asuman la responsabilidad del nuevo Real Madrid. Es demasiado joven para tomar el liderazgo. Estas estrellas alimentarán su evolución.

Su nivel no se ha plasmado en éxitos con la selección francesa. La razón es que fue suplente en la última Eurocopa y la tricolor no ha funcionado en el último bienio. Es su asignatura por aprobar.

Su fichaje por el Real Madrid, sumado a la autoridad de Zidane y a la presencia de los dos Diarra, es otro acicate para que Ribery presione al Bayern. La estrella del equipo muniqués comenzó ayer la pretemporada con Van Gaal al frente. Uli Hoeness, manager general, afirma que sólo venderán a su figura si les presentan «algo loco».