Grada de preferencia
Un clásico de dos ex equipos
El de esta tarde es el partido de la melancolía. Lo que fue vuela en el ambiente, lo que es inquieta, lo que será, se presume
Barcelona - Real Madrid en directo
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Iniciar sesiónA nadie sorprenderá - claro que en estos tiempos de toques de queda, confinamientos perimetrales y vaivenes en la vida de las gentes vaya cada uno a saber- que Madrid y Barcelona, en paráfrasis de Neruda, los de entonces ya no son los mismos. Esta tarde ... en un Camp Nou vacío, es decir, en un escenario espectral, con, valga el oxímoron, un elocuente silencio, se enfrentan dos ex equipos. Lo del Barcelona, sabios tendrá para contarlo. Lo del Real Madrid es un sainete. Ni siquiera una tragedia. Una tragicomedia. Porque después de contemplar los partidos frente al Cádiz y el Shakhtar Donest solo provoca una sonrisa triste. La primera parte frente a los de Ucrania fue memorable. Sí, de las que se recuerdan, para mal. Ya el laberinto de las alineaciones de Zinedine Zidane da para una novela de misterio. En el fútbol, en el Madrid se pasa del infierno al cielo en cada partido, o dos. Ahora todo se juega a lo que ocurra esta rara tarde de sábado en Barcelona. Como si un triunfo pudiera ocultar las espectaculares carencias de un equipo que fue pero que ya no es. Carencias que se ocultarían tras una victoria frente a los de Koeman como por arte de birlibirloque. Pero, como bien escribió el Premio Princesa de Asturias de las Letras, el guatemalteco Augusto Monterroso: «Cuando se despertó el dinosaurio seguía ahí». O algo parecido.
Si gana, que eso hay que verlo, a un Barcelona desdibujado, con un Messi, que parece un western crepuscular y el resto de sus compañeros un drama de Ibsen, en busca de sí mismos, el Madrid será una fiesta. Una fiesta efímera y un espejismo engañoso, como lo son todos los espejismos.
El de esta tarde es el partido de la melancolía. Lo que fue vuela en el ambiente, lo que es inquieta, lo que será, se presume. El Real Madrid no sabe a lo que juega y el Barcelona es un cuadro en construcción. Eso lleva de ventaja. Poco es en la mochila. Si de una película se tratara, quien habría rodado un film extraordinario esta quejumbrosa tarde sería Visconti. Así están, los que fueron y no son y, además, sin público, pero con música, la del adiós a un tiempo y a una época.
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