Eurocopa 2020 | Clasificación
Malta, amigos para siempre
España se divierte otra vez a costa de la débil selección mediterránea, que se hundió en la reanudación. Con este triunfo, se asegura el liderato de grupo
Crónica
Malta , para siempre, estará en el corazón de los españoles, imposible olvidar aquella noche de diciembre de 1983 en Sevilla, esos 12 goles milagrosos que tendemos a recordar cada tanto en plan abuelitos como una de las mayores gestas del deporte nacional. Lo ... fue, claro, y la gente se piensa que cada vez que toca jugar contra ellos se celebrará la misma fiesta, olvidando que en el fútbol ya no hay vaciladas como las de entonces. Malta es ahora un equipo igual de limitado, también con un Bonello en la portería (el hijo del célebre John) y más pendiente de su cueva para evitar sonrojos que de buscar la del contrario. En el divertidísimo Ramón de Carranza, se esmeró en que la derrota fuera lo más digna posible y por un momento se sintió competitiva, pero fueron cayendo los goles en la reanudación y se llegó a siete dianas en un gran sarao de la selección , que dejó a todos satisfechos y confirmó el liderato de un grupo que ha dominado con suficiencia. No vale la entidad del enemigo para tomar referencias ni extraer conclusiones, pero estos partidos hay que ganarlos y no aburrir. Objetivo más que cumplido.
Porque en esta España de reformas existen certezas positivas a tener en cuenta, y no hay muchas más opciones para probar antes de la Eurocopa. Sigue removiendo Robert Moreno y se intuye que quedan pocas butacas para asignar, cada vez más reconocibles las convocatorias (al menos, más estables) y perfilada la idea de juego, dobladas las posiciones y con varios futbolistas dando un paso al frente. En Cádiz, confirmó Álvaro Morata su estupendo momento y brilló por encima de todos Santi Cazorla , que transmite felicidad y buen rollo solo con esa sonrisa. Tiene 34 años, ha pasado las de Caín y ahora se da casi por segura su presencia en la Eurocopa del próximo verano, y no solo por su gran actuación. Se recreó con pases imposibles que pocos ven, movió la pelota con esa gracia que tiene y encima marcó en plan delantero, tremendo. Llevaba, por cierto, cuatro años sin gol en la selección, un dato.
Cumplió Robert Moreno con su palabra y jugó Pau López sin que nada se pueda decir del portero de la Roma, espectador en ese pulso que mantienen Kepa y De Gea por la titularidad. En defensa, más allá de Bernat como lateral izquierdo, otra vez se regresó al pasado con Navas, Albiol y Ramos , tres veteranos por encima de los treinta y que, si mañana empezara la Eurocopa, serían titulares.
Navas (33) es un cohete por la banda derecha, eléctrico, vertical y muy necesario ante equipos encerrados como Malta. Albiol (34) es serio, y en los duelos ante Noruega y Suecia fue de lo mejorcito, beneficiado también por las dudas que despiertan otros centrales. Y Ramos es Ramos con todo lo que conlleva . El capitán recibe homenajes (ayer se le premió por ser el español con más internacionalidades), manda más que nadie, quiere marcar goles como si fuera un ariete y hasta decide los minutos que juega. Esta vez, a los 60, se fue al banquillo mientras los gaditanos le bailaban el agua con una ovación atronadora.
Los delanteros aciertan
Thiago , pieza por pulir y al que aún le falta romper, acompañó a Rodri , que es una opción a tener muy en cuenta en el caso de que Sergio Busquets no despegue. Y, como de Cazorla ya se ha hablado y muy bien, toca destacar a los delanteros, a los que le iba la vida por dignificar el oficio del gol. Morata , casi sin querer, cantó bingo a los 21 minutos en una jugada de piernas, cabezas y rebotes, muy suyo. Sarabia , tercer plato para el entrenador –Rodrigo se lesionó y le suplió Adama Traoré, que también cayó en combate–, hizo cosas buenísimas y tuvo premio en la reanudación al apuntarse el 4-0. Y Gerard Moreno , después de fallarlas de todas las colores, desesperado porque no daba con la luz, firmó el sexto a puerta vacía después de una gran jugada con asistencia final de Bernat. Si marcan todos los delanteros, la felicidad se multiplica.
Fue, pues, una verbena propia de carnaval, con la grada cantando entre guasa y guasa y con Robert Moreno disfrutando de su cita más tranquila y feliz en el banquillo. Para su alegría, le dio la oportunidad a Pau Torres para que debutara y en menos de un minuto marcó el central del Villarreal, del que hablan maravillas en Las Rozas. Para su alegría, le dio la oportunidad a Dani Olmo y en menos de un minuto marcó el futbolista del Dinamo de Zagreb, del que también hablan maravillas en Las Rozas. Abrazos, palmadas, risotadas y goles, que siempre son especiales contra Malta. La conexión con este país es especial, desde luego.
Hubo un séptimo tanto y fue de Jesús Navas , la puntilla para el pobre Bonello, desesperado sacando balones de la red. Padre e hijo no olvidarán jamás lo que supone enfrentarse a España en Andalucía.
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