Eriksen supera su pesadilla y vuelve a sentirse futbolista

Corría el minuto 50 cuando un murmullo feliz invadió al Community Stadium en una soleada tarde londinense. Christian se quitaba la sudadera de suplente mientras el técnico del Brentford , su compatriota Thomas Frank, le susurraba las últimas instrucciones. Acto seguido, el público se levantó —incluido el sector de aficionados del Newcastle— y le regaló una bonita ovación al danés que, concentrado y visiblemente poco emocionado, salió rápidamente al verde para intentar revertir el devenir de un encuentro que su equipo, con diez hombres desde el minuto 30, perdía 0-2.

«Es el amor por el juego. ¿Puedo verme sin fútbol cuando los médicos dicen que estoy bien? No hay nada que me diga que no puedo hacerlo», señaló el ex del Tottenham en una entrevista en enero con el canal DR Sport, de Dinamarca. El atacante ya planeaba su vuelta, pero había un problema: no podía jugar más con su club, el Inter de Milán, ya que las leyes del Calcio prohiben que los futbolistas compitan con marcapasos . Carta de libertad en mano y sin más remedio, Eriksen hizo las maletas y se marchó a Ámsterdam para comenzar a entrenar con el Ajax, el club que le lanzó al estrellato.

Poco después llegó la oferta del recién ascendido Brentford, un club plagado de nórdicos (nueve jugadores y el grueso del cuerpo técnico) donde Eriksen podía amortiguar su regreso a la élite. Además, en la difícil primera temporada de los ‘bees’ en la Premier League donde lucharán hasta el final por mantener la categoría, el enganche tendrá minutos de sobra en el medio del campo de Frank; sin duda, es el hombre más talentoso de una plantilla donde la imaginación, el temple y la precisión escasea.

Ayer, a semejanza de un gris Brentford que ya enlaza siete partidos sin ganar en la liga inglesa, el mediapunta no mostró su mejor fútbol. Aunque de forma obvia, su desempeño dentro del campo fue lo de menos. Su equipo cayó derrotado ante un Newcastle al alza y se acerca peligrosamente al descenso, pero Eriksen, con su inesperado retorno al profesionalismo, ya ha ganado.