liga bbva | jornada 9

El Barcelona se gusta en Vallecas

Los azulgrana, con dos más de Messi, golea al Rayo después de un notable segundo tiempo

El Barcelona se gusta en Vallecas ÓSCAR DEL POZO

ENRIQUE YUNTA

Video.

El Barcelona salvó con excelencia su visita a Vallecas , anunciado como el desplazamiento más peligroso de todos cuantos ha tenido este año de forma algo temeraria. Lo dijo Tito Vilanova en la previa justificándose en lo especial del recinto, que desprende ese fútbol ... de barrio, ese fútbol de toda la vida, y también apuntó a la ambición del Rayo, que se resume en una idea romántica de querer jugar como un grande y tutear a cualquiera. [Narración y estadísticas]

Lo intentó este sábado y bien le fue durante un ratito, pero el Barça es más y mejor, peligrosísimo cuando encuentra un mínimo espacio por el que colarse. Desde la paciencia, sereno el conjunto azulgrana para entender que el triunfo llevaba su tiempo, cocinó tres puntos que le mantienen arriba sin despeinarse , 25 puntos de 27 en esta era sin Guardiola. Sí, había vida después.

Todavía por definir el estilo, agitado el debate sobre si este equipo es más vertical que el de antes, al Barça siempre se le entiende desde la pelota y su circulación, algo más incómodo para moverla en un campo tan reducido como Vallecas. Al Rayo también le gusta tenerla y se la discutió al líder en un inicio muy meritorio, animados los madrileños durante veinte minutos de esperanza. Se esfumó de un plumazo cuando Cesc y Villa conectaron de forma maravillosa , el preludio de lo que vendría después.

Condenado a poner parches y remedios caseros en defensa cada tarde, Vilanova improvisó ubicando a Busquets en el eje de la zaga junto a Adriano mientras Song se adelantaba para actuar como pivote, supuestamente donde mejor lo hace el camerunés. Tampoco esta vez le tocó a Bartra, un asunto que moviliza al entorno y da para mil tertulias, y el Barcelona no tuvo que lamentar más daños en su vulnerable portería, por fin protegida con un cero por un gran Valdés, silencioso para detener todos los disparos locales.

El pulso se decantó en la primera galopada del Barcelona, letal para minimizar un error de bulto del Rayo. Chori Domínguez perdió un balón donde no se debe hacer y Cesc, un asistente de lujo, leyó a la perfección el movimiento de Villa , desmarque de puro delantero como lo fue su definición. Poco a poco, el asturiano reclama el protagonismo que perdió cuando se fracturó la tibia y su próximo reto es terminar un encuentro.

Quedó muy aturdido el Rayo, incapaz de reaccionar durante un buen trozo de la cita, y se contagió el barrio, desbravado en una noche fría. Se asumió como imposible la remontada cuando nada más comenzar la segunda mitad, a los dos minutos, Messi hacía lo de siempre, imparable su zurdazo desde la central. Lo festejó señalando a Montoya y tiene la imagen muchísimo significado porque el Barça ha encontrado una perla para el lateral, correctísimo en defensa y un nervio más allá del centro del campo. Alves está avisado.

De ahí hasta el final, el Barcelona gestionó sin apuros la ventaja, aseado en todas las líneas y bien resuelto el entuerto en el tramo final. Fue excesivo el castigo para el Rayo, demasiado imprudente pese a morir con sus ideas, porque el pulso tampoco fue tan desigual como se le presupone al 0-5, aunque no hay discusión sobre los méritos azulgrana. Se fue de Vallecas encantado con los tantos de Xavi, Cesc y Messi, un paseo plácido para seguir en la cima.

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