El Atlético besa la gloria europea por cuarta vez

Aquel partido del 1o de mayo, ante la Fiorentina , terminó en empate a uno, con gol de Joaquín Peiró para los rojiblancos. Entonces se jugaba el formato a doble final, así que la liza quedaba por resolver. Algo que sucedió casi cuatro meses después, el 5 de septiembre. El conjunto dirigido por José Villalonga (el mismo técnico del Real Madrid que ganó las Copas de Europa del 56 y el 57) consumó la gloria en Stuttgart. Jones , Mendoça y otra vez Peiró pusieron un 3-0 en el marcador que inscribió su nombre en la gloria europea.

Aquel equipo, capitaneado por el sevillano Enrique Collar , repitió final la temporada siguiente, ya a partido único. No pudieron revalidar el título: el Tottenham los sometió por 5-1, y lo que vino a posteriori fue una racha de sequía europea que no se rompió hasta 47 años después: perdieron también la final de la Copa de Europa del 74 y la de la Recopa del 86. Aunque ganaron otro título internacional (que no europeo) cuando vencieron al Atlético Independiente argentino en la Copa Intercontinental del 74, que el Bayern Múnich (verdugo de los rojiblancos en la final de la Copa de Europa) no quiso disputar.

Quique Sánchez Flores fue la Angela Merkel del Atlético. El técnico que volvió a tomar las riendas del viejo continente. Fue él quien culminó la escalada que siguió a la bajada al infierno de Segunda. Con aquella Europa League de 2010, los rojiblancos no solo volvieron a triunfar entre los grandes, sino que retomaron una mentalidad ganadora que cogía polvo en el armario desde el doblete del 96. Así pusieron fin a los 14 años sin ganar un solo título (excluyendo el campeonato de Segunda División de 2002).

El héroe de aquella noche del 12 de mayo de 2010 fue Diego Forlán , que igualó ante el Fulham los dos goles de Peiró en la final del 62. Los de Sánchez Flores llegaron a jugar en Hamburgo tras haber caminado por la cuerda floja desde octavos: pasaron las tres eliminatorias empatando el total de goles y beneficiándose de los tantos como visitantes. Nada que ver con la actual escuadra de Simeone, que levanta esta nueva Europa League tras haber ganado todos y cada uno de sus partidos desde dieciseisavos.

El Atlético de hace dos años logró, además, ponerle la puntilla a aquel triunfo el 27 de agosto del mismo año. Dos dianas de Reyes y Agüero sirvieron para someter a un Inter de Milán que venía de ganar la Champions con Mourinho y levantar la Supercopa , el tercer trofeo con sabor a Europa que adorna las vitrinas del club. Tumbado el Athletic, queda dirimir la final de Múnich entre el Chelsea y el Bayern Múnich para saber contra quién se jugarán el quinto.