Carles Rexach: «El estilo de este Barcelona es muy difícil de copiar»

—Ganó la Copa de 1990 como ayudante de Johan Cruyff, que estaba cuestionado porque, entre otras cosas, el Madrid de esos tiempos era casi invencible.

—Sí, tenían un equipo muy bueno y se puede decir que Cruyff y yo salvamos la cabeza. Si el Madrid nos metía cuatro, no hubiéramos podido alargar más nuestra vida como entrenadores. Fue un punto de inflexión.

—Estuvo también en la final de 1968, la de las botellas.

—Fue bastante desagradable. La gente no supo perder y el encuentro estuvo más tiempo parado que jugándose. Espero que esta vez haya cordura y se disfrute de un partido que es muy especial, muy bonito.

—Es el segundo de cuatro clásicos, pero en este caso hay un título en juego. ¿De qué sirve el partido del sábado pasado en el Bernabéu?

—Realmente de poco porque esta vez hablamos de una final, pero el 1-1 del otro día es bastante significativo. Acabó en empate, un punto para cada uno, pero para mí si ganó alguien fue el Barcelona. Tiene la Liga en el bolsillo, con ocho puntos con seis jornadas por disputarse, y dominó la situación en el campo del Real Madrid.

—¿Se planteará igual el partido de Mestalla?

—Pues el Barcelona seguro que sí, de eso no hay duda porque solo sabe jugar de una manera y ese estilo es muy difícil de copiar. En el Madrid, sin embargo, creo que habrá alguna incógnita. Desde el 5-0 de la primera vuelta en la Liga, tiene muchas preocupaciones y en una final de Copa no vale el empate. Hay que ganar y veremos si repite la misma idea.

—Ha hablado gente como Cruyff o Di Stéfano del estilo de Mourinho y parece que no gusta demasiado. ¿Le sorprende este Madrid?

—El Madrid llevaba cinco partidos recibiendo contra el Barcelona, perdiendo dos de ellos por goleada, y tenían miedo a otra debacle. Están acostumbrados a perder contra el Barcelona en los últimos tiempos y no querían seguir con la racha. Incluso al final se animaron al ver que complicaban la vida al Barcelona.

—Los tiempos cambian...

—El Madrid de ahora sigue siendo un grande, pero juega como un pequeño. Le tiene mucho respeto al Barcelona, demasiado. El sábado, la posesión por momentos fue de 80-20 para el Barça, lo nunca visto en el Bernabéu. Ahí, la afición está acostumbrada a otra cosa, pero ahora se sabe un conjunto inferior y partiendo de esa base harán todo lo posible para cambiar la tendencia. En el fondo, es una ventaja sentirse inferior porque tienes menos presión.

—El que no cambia es el Barcelona.

—No, eso no cambia. El equipo está bien, vivo en las tres competiciones y con la Liga casi cerrada. Le falta rematar, como ocurrió el otro día. Seguro que si marca el segundo se podía haber repetido un resultado de escándalo.

—¿Tanta diferencia ve entre los dos equipos?

—Yo he vivido muchos Barça-Madrid y la diferencia de ahora es bastante grande. Recuerdo que incluso en nuestro 0-5 en el Bernabéu hubo mucha más igualdad. Pero esto es una final y el Madrid, con su pegada, es peligroso en estas situaciones.

—Barcelona y Madrid se sustentan en Leo Messi y Cristiano Ronaldo, dos estilos diferentes como lo son los dos equipos.

—Sí, pero en definitiva los goles siempre los hacen los mismos, siempre hay un goleador que destaca más sobre los compañeros. Tanto Barcelona como Madrid se basan en sus estrellas y los dos pueden sentenciar cualquier partido como el de Valencia.