liga de campeones
La felicidad regresa al Bernabéu
El público estalla con la remontada blanca. La grada despidió con una ovación a David Silva
t. g. m. y t. g. m.
Decía Mourinho antes de medirse al City que el Real Madrid es el club de la Champions por excelencia, y el equipo respondió en otra noche épica en el Santiago Bernabéu , que recuperó la felicidad después de los tragos amargos de las últimas ... derrotas gracias a un partido heroico.
La noche comenzó entre murmullos por las noticias sobre la alineación . UEFA y Real Madrid no se ponían de acuerdo, así que hubo que dejar a un lado las redes sociales y ver sobre el verde cuál había sido la elección de Mourinho: Ramos y Ozil al banquillo.
Las dudas sobre cómo recibiría la grada al Madrid después de la derrota de Sevilla y las quejas de Mourinho se disiparon al instante. El técnico blanco razón. El público de la Copa de Europa ovacionó desde el primer minuto al equipo . Para muestra, Varane. A nadie le dejó indiferente la suplencia del defensa de Camas, pero el Bernabéu arropó en cada acción a su sustituto, que cuajó un partido notable.
Pese a los intentos de los ingleses por hacerse notar, fue una noche blanca. Aunque no se llenaran las gradas, el Bernabéu se convirtió en una caldera . Como en las mejores ocasiones. El público respondía con aplausos la entrega de los jugadores, algo que agradeció el propio Mourinho tras el pitido final.
Ovación a Silva
La única crítica que lanzó el Bernabéu fue una salva de palmas a David Silva cuando fue sustituido por Mancini. Era su forma de decir que debió ser fichado por el Madrid en 2010 , cuando el acuerdo era total y solo faltaba la rúbrica. Y su reconocimiento a un futbolista que ha sido clave en los éxitos de la selección española.
El estadio no protagonizó ninguna disensión ante el cúmulo de sucesos vividos en las dos últimas semanas y en el propio partido. Ni una sola pancarta de crítica a Ronaldo. Ninguna referencia en las gradas a las duras acusaciones de Mourinho contra su plantilla tras la derrota de Sevilla.
Solo el gol de Dzeko logró torcer el gesto del aficionado. Pero el disgustó no duró más de medio minuto. Era el inicio de la remontada. El público entendía que el Real Madrid había sido superior y llevó en volandas a los jugadores a por la remontada.
El aficionado tiene tanta experiencia como su club. Sabe que el entrenador provoca a sus hombres en busca de la reacción. Los simpatizantes del equipo sufrieron ante el Valencia, no disfrutaron frente al Granada y admitieron que su técnico tenía razón al decir que el Madrid no ha jugado bien en la Liga. Lo hizo bien en la Supercopa. Y anoche realizó mejor fútbol que en el campeonato nacional.
Marcelo marcó el camino. La grada vibraba. Luego llegaría el enésimo despiste a balón parado, pero fue el último accidente de la noche. Benzema soltó un latigazo. El Bernabéu estaba a punto de estallar de alegría. Lo hizo en el último suspiro, con el gol de Cristiano Ronaldo que desató a Mourinho . La bronca del portugués, endulzada el lunes, surtió efecto.
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